Ousmane Dembélé es persona non grata en la capital catalana después de que, el último día de julio — la fecha límite que tenía para activar su cláusula de salida por la mitad de su cláusula de rescisión de 50 millones de euros — decidiera poner rumbo al PSG. Finalmente, el club francés acabó pagando unos 10 millones de euros más que los 25 que se habían acordado, pero, aunque el FC Barcelona recibiera unos ingresos muy necesarios, perdió un efectivo insustituible, y menos por tan solo 35 millones de euros.
Xavi Hernández tenía la plantilla planificada con Dembélé, y aunque su ausencia fue llenada con el descubrimiento del nuevo fenómeno culé, Lamine Yamal, evidentemente, la aportación del chico de 16 años sigue muy lejos de la de Dembélé. El actual futbolista del Paris Saint-Germain no solo desertó del Barça cuando nadie lo esperaba, sino que lo hizo a última hora y dejando en las arcas del club una cifra muy por debajo al patrimonio que significaba el como jugador para el club.
El Barça 'echa de menos' a Dembélé
Dembélé tiene un valor de mercado de 60 millones de euros, fácilmente el doble de la cifra que Nasser Al-Khelaïfi pagó por él. No obstante, Xavi tenía en el exfutbolista culé un talismán mucho más valioso que cualquier fichaje de esta cifra. Sobre el terreno de juego tenía en el galo uno de los jugadores clave en su esquema, pero es que fuera de ellos le tenía mucha confianza.
Sin embargo, Dembélé y el fatal asesoramiento de Moussa Sissoko tenían otras prioridades y decidieron hacer las maletas hacia su Francia natal bajo un contrato y una comisión faraónica. A pesar de un arranque difícil, no se puede decir que al nuevo dorsal '10' del PSG le estén yendo mal las cosas, ya que en los primeros 16 partidos que ha disputado, acumula 1 gol y 5 asistencias, cifras todavía pobres, pero notablemente maquilladas durante las últimas citas de los de Luis Enrique.
Mientras tanto, es el Barça quien 'lo echa de menos'. Futbolísticamente, al equipo de Xavi le cuesta horrores marcar gol y eso se debe, mayoritariamente, a la falta de desequilibrio. Lamine Yamal todavía es muy joven, Raphinha está demostrando no ser el crack que se creía haber fichado y João Félix es un perfil mucho más falso nueve y asociativo. Por esta razón, el verdadero problema de fondo del Barça de Xavi se encuentra en la salida de uno de sus principales puntales durante la pasada temporada.