Ousmane Dembélé parecía un gran acierto de la dirección deportiva parisina, en una operación que, sobre el papel, era redonda para los intereses del Paris Saint-Germain. El conjunto francés se hizo con un extremo, a priori, diferencial para reforzar el frente ofensivo de la plantilla de Luis Enrique. Nasser Al-Khelaïfi vio en el Mosquito un gran sustituto de un Neymar Júnior que ha acabado por sucumbir a los millones árabes y acabar su carrera deportiva en una liga de un nivel inferior.
Además, Dembouz es un íntimo amigo de Kylian Mbappé, lo cual fue una razón de peso para cerrar su traspaso, ya que el de Bondy se está planteando abandonar el Parque de los Príncipes. Con todo, y sumado a la situación contractual del, ya, exjugador del Barça, que lo convertían en un auténtico caramelo, parecía que el aterrizaje de Ousmane en la capital francesa era todo un acierto. Desde París no había duda, en principio, Al-Khelaïfi la había clavado, pero Luis Enrique parece no estar tan de acuerdo.
Dembélé decepciona
Y es que el nuevo técnico asturiano del Paris Saint-Germain no está nada contento con el rendimiento que ha mostrado hasta la fecha en el terreno de juego. Dembélé no ha tenido el impacto que se esperaba cuando se realizó su contratación y Lucho está muy enfadado con el francés.
La situación con el Mosquito ha empeorado en cuestión de semanas, pero todo ha ido a más, porque el propio jugador tampoco está contento. Al final, es el pez que se muerde la cola, porque Luis Enrique ha relegado a un segundo plano al extremo francés, y a la vez, el futbolista está preocupado por el rol que pueda tener en la plantilla.
Al-Khelaïfi le prometió ser titular indiscutible y le otorgó el dorsal número '10' que dejó libre Neymar, y llegó bajo el estatus de estrella. No obstante, con Luis Enrique parece que tendrá difícil convertirse en un futbolista intocable si no empieza a mejorar sus prestaciones.
Dembéle empieza de cero
Por el momento, Ousmane Dembélé no ha demostrado que merece ser titular en una plantilla con una competencia cada vez más exigente. El extremo de Vernon ha disputado 194 minutos como futbolista del Paris Saint-Germain y no ha sido capaz de ser determinante en ningún caso.
De hecho, Dembélé no ha anotado ningún gol ni repartido ninguna asistencia en los encuentros que ha disputado hasta la fecha. Unas cifras que han empezado a molestar a un Luis Enrique que prefería a Neymar y que han hecho que pierda la confianza en él.
Ahora, Dembélé partirá de cero y deberá competir con Mbappé, Gonçalo Ramos, Asensio, Kang-In Lee, Bradley Barcola y Randal Kolo Muani, entre otros. Una situación complicada para un Dembélé que nos tiene acostumbrados a ser muy irregular.