Ousmane Dembélé está firmando la mejor campaña de su carrera. Con 21 goles y 5 asistencias en 26 partidos de Ligue 1, y 7 tantos en 10 partidos de Champions League, el futbolista francés ha encontrado la regularidad que durante años se le resistió. Bajo la dirección de Luis Enrique, su nivel ha alcanzado cotas inesperadas, lo que lo coloca, si el PSG logra conquistar Europa o alcanzar la final, entre los nombres destacados para el próximo Balón de Oro.
Sin embargo, en medio de este momento dulce, su continuidad en París podría estar en peligro. Según diversas fuentes próximas al entorno del jugador, Dembélé tendría sobre la mesa una propuesta de Arabia Saudí absolutamente desorbitada: 100 millones de euros netos por temporada, una cifra que doblaría, incluso triplicaría, su salario actual y que podría alterar su futuro inmediato.
Un rendimiento histórico que redefine su carrera
La llegada de Luis Enrique ha sido el detonante de este salto de calidad. Liberado de las expectativas tóxicas que lo perseguían en el FC Barcelona, Dembélé ha encontrado en el esquema del técnico asturiano un entorno donde su creatividad y verticalidad florecen con naturalidad. Más allá de los números, su impacto en el juego del PSG ha sido determinante, generando superioridades constantes y siendo un factor desequilibrante en partidos clave.
En el vestuario parisino, su figura se ha vuelto imprescindible. Compañeros como Fabián Ruiz o Vitinha han destacado públicamente su evolución tanto en lo técnico como en lo mental, un aspecto que históricamente había lastrado al extremo. La madurez competitiva que ahora muestra Dembélé ha sido, quizás, el mayor cambio que explica su explosión en la temporada 2024/25.
La tentación árabe y el dilema de Dembélé
La oferta que maneja Dembélé procedería de un club de primer nivel en Arabia Saudí, en plena ofensiva para atraer a estrellas en su mejor momento. El movimiento no solo implica un salario récord, sino también una posición de líder indiscutible en el proyecto deportivo, además de beneficios fiscales y condiciones excepcionales para su entorno más cercano.
Desde París, tanto Luis Enrique como la directiva del PSG trabajan para intentar retenerlo. La posibilidad de conquistar la primera Champions League de la historia del club podría ser un argumento emocional poderoso, pero el abismo económico que separa las dos propuestas es difícil de ignorar. Según fuentes internas, el jugador estaría evaluando cuidadosamente su decisión, consciente de que, a sus 27 años, está en el pico de su carrera.
El desenlace podría marcar un antes y un después tanto para el PSG como para la propia carrera de Dembélé.