El Barça desesperó contra el Inter de Milán en la Champions League, pero quien desesperó más a los culés, aparte de los árbitros, fue Ousmane Dembélé. El extremo francés hizo un partido para olvidar y parece que su irregularidad constante no tiene solución.
Dembélé, una nueva decepción contra el Inter de Milán
Xavi Hernández afirmó cuando llegó al Barça que quería hacer de Dembélé el mejor jugador del mundo en su posición. Y lo ha conseguido, pero a medias. El jugador francés es capaz de lo mejor, pero también de lo peor. Es un futbolista anárquico que nunca sabes por dónde te saldrá. Y muestra de esto es su irregularidad.
Dembélé maravilla y desespera a partes iguales. Y contra el Inter de Milán quedó claro que no fue su mejor partido. Seguramente fue de los peores. Dembélé se dedicó a perder balones, a intentar superar rivales sin éxito y a disparar muy mal, aunque sólo lo salvó un balón al palo. Y también le salió bien un centro que acabó con el gol de Pedri González, que fue posteriormente anulado.
Dembélé vuelve a las andadas y ya se lo han contado a Xavi Hernández, que se da cuenta claramente como el futbolista francés no aparece en los momentos clave. Contra el Inter demostró su peor versión, como la de hace unos años cuando se lesionaba y hacía lo que quería a nivel individual y no jugaba para el equipo.
Más inteligencia futbolística
El Barça no se puede permitir más este Dembélé. El equipo de Xavi Hernández necesita siempre la mejor versión del francés o, al menos, que haga jugar a sus compañeros. Y, de momento, esta temporada ha dado un paso adelante a nivel individual, pero todavía no lo ha hecho a nivel colectivo.
Dembélé se ha comprometido con el Barça, tiene competencia y ha dado un paso más para mejorar. Sin embargo, desde el Barça necesitan una nueva versión de Dembélé que todavía sea más determinante. Y la mejor manera de demostrar la mejora es en los partidos grandes. Si este próximo fin de semana toca un nuevo partido de Liga supuestamente asequible contra el Celta de Vigo, será el primer paso. Y la próxima semana será clave con un nuevo duelo contra el Inter en el Camp Nou y el Clásico contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Dembélé ya no se puede esconder y tiene que empezar a jugar con inteligencia. Tiene capacidades de sobra para ser el líder de este Barça de Xavi Hernández, pero también lo tiene que acompañar con una manera de jugar más global y no tanto individual.