Ousmane Dembélé será uno de los grandes alicientes del cruce entre Barça y PSG en los cuartos de final de la Champions League. Ambos clubs mantienen una estrecha enemistad a nivel mercantil ya desde los tiempos en los que los blaugrana querían los fichajes de Thiago Silva y Marquinhos. El traspaso de Neymar Júnior durante el verano de 2017 ya fue la gota que colmó el vaso, pero, para colmo, Dembélé desertó del Barça este pasado verano, también con el Parque de los Príncipes como destinación.
En cuestión de 3 días, el Barça visitará este estadio y la gran mayoría de pronósticos lo dan como menos favorito. Y es que el equipo de Luis Enrique, aparte de tener entre sus filas al futbolista más diferencial del mundo, Kylian Mbappé, tiene en su proyecto un equipo que empieza a mostrar brotes verdes en comparación con las últimas temporadas.
El Barça tiene el secreto contra Mbappé, pero puede tener serios problemas ante Dembélé
Sea como sea, con respecto al fútbol de elaboración, el Barça no siente mucho peligro. Dónde es evidente que está el peligro y con él tres cuartas partes de la eliminatoria es a la espalda de la defensa y en las contras. Si Mbappé tiene oportunidad de explotar su velocidad al contragolpe, el Barça sufrirá de lo lindo. La Real Sociedad completó una buena eliminatoria contra los parisinos, pero el delantero tuvo dos oportunidades para hacer correr hacia atrás a la defensa donostiarra y las dos acabaron en el fondo de la red.
No obstante, el conjunto de Imanol Alguacil no tiene entre sus filas a un central de las características de Ronald Araujo, y es que el uruguayo, como hace Xavi Hernández contra el Real Madrid, puede ser el antídoto contra la verticalidad del astro galo de la misma manera que en muchas ocasiones lo ha sido contra Vinicius en los Clásicos.
El uruguayo es uno de los defensas más poderosos físicamente del mundo y no solo es un par muy difícil de superar en el uno contra uno, sino que es uno de los mejores jugadores del mundo a la hora de corregir y de correr hacia atrás. Sea como sea, con Mbappé emparejado con Araujo, preocupa un Dembélé que en el PSG juega por dentro. Si el Barça pierde el centro del campo y no consigue juntar filas adecuadamente en los repliegues, el '10' del Paris Saint-Germain puede abrir grandes heridas a los de Xavi cuando acelere. Eso sí, se trata de dos jugadores que juegan a chispazos y si el Barça consigue controlar la posesión del partido, es fácil que se desconecten.