La selección de Francia tendrá una misión muy difícil y exigente. Porque parten como la gran favorita para acabar campeona del Mundial de Qatar, debido al increíble equipo que tienen. Pero los últimos problemas internos que ha habido, sumados a las lesiones de piezas clave como N’Golo Kanté o Paul Pogba, provocan que Didier Deschamps tenga que hacer cambios por obligación. Y muchos también consideran que son candidatos a hacer el ridículo, y protagonizar una de las grandes decepciones.
Tendrán que pelear para acabar con la maldición del campeón, pues en los últimos campeonatos todas las selecciones que llegaban de haber conquistado el trofeo cayeron eliminadas en fase de grupos. Alemania en 2018, España en 2014, Italia en 2010… y las sensaciones que están dejando los ‘bleus’ recientemente no son buenas, pues en la Eurocopa se fueron a la calle en octavos de final y en la UEFA Nations League no hicieron un buen papel.
Pese a eso, tienen un grupo accesible, y una nómina de estrellas envidiable, siendo Kylian Mbappé y Karim Benzema los dos grandes argumentos. El astro del Paris Saint-Germain está en un momento de forma espectacular, y para muchos ya es el mejor del planeta. El capitán del Real Madrid, por otro lado, ha tenido un 2022 para el recuerdo, siendo ganador del Balón de Oro, y asegura estar totalmente recuperado de sus últimas lesiones.
Junto a ellos, se espera que sea Antoine Griezmann quien complete el tridente ofensivo, dejando el centro del campo para Aurelien Tchouameni, Adrien Rabiot y Eduardo Camavinga o Youssouf Fofana. Es decir, que se quedaría fuera del once inicial un Ousmane Dembélé que nunca ha conseguido brillar a la hora de representar a su país. Sin ir más lejos, en Rusia comenzó siendo titular, pero acabó cediendo su puesto a Blaise Matuidi.
Y Deschamps parece estar convencido de que lo mejor es reforzar el centro del campo con un efectivo más, y dejar el ataque a Mbappé, Benzema y a ‘Grizzi’ para que tengan completa libertad.
Dembélé, ¿víctima de una conspiración?
Aunque en muchos medios aseguran que la decisión de dejar al extremo del Barça en el banquillo no solamente es de Deschamps. Según cuentan, también habrían tenido un papel muy importante Mbappé y Benzema, que afirman que no se sienten cómodos jugando a su lado, debido a que es demasiado individualista.
Eso da ventaja a Griezmann, y también a otros delanteros como Christopher Nkunku o Kingsley Coman, que pueden jugar antes que él.