Pablo Torre ha llegado a un punto de inflexión en el FC Barcelona. A sus 21 años, el joven mediocampista ha dejado claro a Hansi Flick que, si no aumenta su tiempo en el campo de aquí a enero, tomará la decisión de buscar un nuevo destino. Aunque ha tenido algunas oportunidades en el equipo, su protagonismo ha disminuido desde el regreso de jugadores clave como Fermín López y Dani Olmo, quienes han ocupado los minutos que Pablo anhelaba para demostrar su potencial.

La relación del jugador con Hansi Flick es buena y fluida, y la comunicación es constante. Torre sabe que Flick tiene un papel difícil y mucha competencia por delante. Pero la paciencia tiene un límite, y Pablo Torre empieza a sentir que merece más minutos. "Quiero jugar y me frustra no hacerlo", confesó el ex del Racing de Santander en una entrevista reciente con Relevo. Pese a su dedicación y a aprovechar cada momento en el campo, su tiempo de juego sigue siendo limitado. Ejemplos como el partido contra el Estrella Roja, donde estaba a punto de ingresar al campo pero se canceló el cambio por una lesión de un compañero, reflejan la frustración que vive el joven cada vez que una oportunidad se le escapa entre los dedos.

Pablo Torre i Marc Casado després de la derrota del Barça contra el Mònaco a la Champions League / Foto: EFE
Pablo Torre i Marc Casado després de la derrota del Barça contra el Mònaco a la Champions League / Foto: EFE

La competencia en el centro del campo es feroz. Con nombres como Gavi, Pedri, Raphinha, Fermín López y Dani Olmo disputando los mismos puestos, Pablo sabe que ganarse un lugar en el esquema de Flick es un reto mayúsculo. Aun así, no descarta que su momento llegue en cualquier instante, y confía en su capacidad para responder cuando sea necesario.

Pese a todo, Pablo Torre es consciente de que el mercado de invierno puede abrirle las puertas si su situación no mejora. "Aún queda un mes y medio para concentrarme en el Barcelona. Después, ya veremos lo que pasa", comentó el jugador, sin cerrarse completamente a la idea de una cesión o un traspaso temporal. Aunque insiste en que su prioridad es triunfar en el Barça y que confía en su potencial, la falta de minutos empieza a pesar.

En definitiva, Pablo Torre se enfrenta a una disyuntiva complicada: luchar hasta el final por hacerse un hueco en el equipo o tomar la difícil decisión de salir en enero en busca de minutos y continuidad en otro club. La decisión está en manos de Flick, quien deberá valorar si cuenta con el talento y la ambición de Pablo Torre en su proyecto o si finalmente permitirá que el joven mediocampista explore nuevas oportunidades en el mercado invernal.