Javi Guerra y el Valencia estaban a punto de concretar su traspaso al Atlético de Madrid. Ambas entidades habían intercambiado documentos, y se había llegado a un acuerdo de 25 millones de euros más bonificaciones por rendimiento y porcentajes de futuras ventas. Guerra firmaría por seis temporadas. Sin embargo, el Atlético, centrado en otras operaciones, especialmente en la llegada de Conor Gallagher, dejó el fichaje de Guerra en el aire.
Guerra ni siquiera se entrenó el miércoles en la Ciudad Deportiva de Paterna, a la espera del visto bueno para viajar a Madrid. Sin embargo, el Atlético pidió más tiempo para cumplir con las condiciones pactadas, una solicitud que el Valencia no aceptó. La situación se complicó aún más cuando el club madrileño se enfocó en asegurar el fichaje del centrocampista inglés Conor Gallagher, dejando de lado la operación con Guerra.
Portazo a Guerra
El Atlético de Madrid justificó su decisión de posponer el fichaje de Guerra debido a la llegada inminente de Gallagher, lo que dejaba a Guerra en una situación incierta. La prioridad de Diego Simeone se centró en fortalecer el equipo con el talento y la versatilidad de Gallagher. Javi se quedó tirado.
La frustración en el Valencia es palpable. Habían confiado en que la operación con el Atlético se concretaría rápidamente. Sin embargo, la situación cambió drásticamente con el enfoque del Atlético en Gallagher, un jugador con experiencia en la Premier League y considerado una apuesta segura para reforzar el mediocampo del equipo colchonero.
Preferencia por Gallagher
El interés del Atlético por Conor Gallagher refleja una estrategia clara de Simeone: priorizar jugadores que puedan adaptarse rápidamente al estilo de juego del equipo. Gallagher, con su capacidad para cubrir múltiples posiciones en el mediocampo y su experiencia en competiciones de alto nivel, encaja perfectamente en los planes del técnico argentino.
Mientras tanto, Javi Guerra deberá esperar para ver si surge otra oportunidad o si finalmente el Atlético reconsidera su posición. El joven talento del Valencia ve cómo su futuro inmediato se torna incierto debido a las prioridades cambiantes del Atlético de Madrid.