Dinamarca se clasifica para los cuartos de final de la Eurocopa después de vencer a Gales de una forma clara y contundente. Podría haber sido todavía mucho más evidente en el marcador, pero las sensaciones en el césped sí que lo han reflejado, porque han sido muy superiores ante una pobre versión de los británicos.

Mérito inmenso para unos daneses que llegaban con dos bajas de última hora, Yussuf Poulsen y Daniel Wass, que se sumaban a la ya conocida desde la primera jornada del torneo de Christian Eriksen.

Dolberg se reivindica en 'casa'

Una primera parte en la cual los daneses ya se fueron con ventaja al descanso con total merecimiento. Fueron protagonistas con ataques posicionales que arrinconaron a Gales cerca de su área y, aunque recibieron un susto durante los primeros compases debido a un tiro de Gareth Bale desde la frontal que se marchó rozando el palo, quien sí que estuvo acertado desde fuera del área fue Kasper Dolberg. El delantero del Niza sorprendió a toda la defensa británica al sacarse un tiro lejano con rosca que acabó suponiendo el 0-1. Gol en el Johan Cruyff Arena de un jugador formado en la cantera del Ajax.

Dolberg celebrando el primer gol con sus compañeros / EFE

Y "gracias", que tendrían que haber pensado los galeses mientras enfilaban el túnel de vestuarios, ya que el gol inicial desencadenó la creatividad de los visitantes, que perdonaron dos ocasiones muy claras. Primero con un remate de espuela del mismo Dolberg, quien hoy era titular por la lesión de Poulsen, y después con un disparo desde dentro del área de Joakim Maehle que el portero desvió a córner.

Los regalos se pagan caros

Tras la reanudación, sin embargo, Dinamarca no dejó lugar a las dudas y a los tres minutos ya había multiplicado por dos su ventaja. Otra vez Dolberg, aprovechando ahora un nefasto rechace de la defensa después de una jugada en velocidad por banda del jugador del Barça Martin Braithwaite.

Gales, entonces, quedó muy tocada jugando a merced del equipo dirigido por Kasper Hjulmand y le costó reaccionar. Una respuesta que llegó con dos saques de banda potentísimos de Bale que parecían córners y con los cuales consiguieron acercarse a las proximidades de la portería de Kasper Schmeichel. Desde entonces, insistieron con más ímpetu que fútbol para vivir cerca del área danesa.

Gareth Bale se desespera / EFE

Ante la versión creciente de los británicos, Dinamarca supo como jugar con el resultado sin asumir riesgos, frenando el ritmo del juego e incluso dándose el lujo de reservar jugadores de cara al duelo de cuartos de final del próximo sábado.

Los de Robert Page (seleccionador de Gales) murieron de pie, aunque con la sensación —y desesperación— de haberse quedado sin recursos para percutir en una defensa rival muy organizada. Una desesperación que quedó materializada al recibir el tercer gol, de Maehle, y una tarjeta roja directa para Harry Wilson, por una entrada sobre el último goleador.

Quien faltaba por sumarse a la fiesta era el blaugrana Braithwaite, que primero el poste impidió su gol en un remate desde el suelo, pero que en el tiempo añadido sí que encontró el gol. Con intriga, después de una larga revisión del VAR, aunque gol legal, finalmente.

 

Imagen principal: Kasper Dolberg celebrando su primer gol de la tarde / EFE