El Mundial de Qatar 2022 es uno de los más polémicos de la historia, y todavía falta medio año para que empiece. Su designación ya levantó muchísimas sospechas porque se había otorgado la organización de uno de los torneos más importantes del mundo a un país de reciente creación, sin ningún tipo de tradición futbolística, pero sobre todo sin las infrastucturas necesarias.

6.500 hombres han muerto mientras construían los estadios de Qatar 2022

Pero con muchísimo dinero detrás que esconden una cantidad de intereses infinitos, pero todos con un motivo económico. La FIFA ha intentado vender el discurso que el fútbol servirá como método transformador para la sociedad y que permitirá integrar a todo el mundo, pero mientras tanto, se calcula, gracias a una investigación de The Guardian, que unos 6.500 operarios han perdido su vida en la construcción de los estadios por donde, durante menos de un mes, correrá Mbappé, marcará Messi o driblará Pedri.

El Mundial Qatar 2022 se juega del 21 de noviembre al 18 de diciembre / EFE

A pesar de eso, la FIFA, y su presidente Gianni Infantino, parecen totalmente ajenos al tema. Así lo denotan sus palabras en una conferencia del Instituto Milken de Los Ángeles. Allí fue preguntado por si la FIFA aprovecharía los beneficios generados en el torneo para compensar a las familias de estos, la gran mayoría inmigrantes de países como Pakistán, India, Nepal, Bangladés o Sri Lanka. La respuesta no tiene precio. O quizás sí, muchos millones.

Infantino contestaba que los trabajadores que han formado parte de la construcción de los estadios "están orgullosos de tener la oportunidad de levantar los estadios de un torneo de esta magnitud", aparte de asegurar que estos prefieren "ganarse la vida así, en lugar de recibir caridad."

El presidente de la FIFA, ajeno al drama humano

Pero eso no fue todo lo que dijo. Repreguntado sobre las condiciones de vida de aquellos que han permitido levantar los estadios, el presidente de la FIFA pronunció unas palabras llenas de cinismo. "Cuando das trabajo a alguien, incluso en condiciones difíciles, le das dignidad y orgullo. No es caridad. Mis padres también emigraron de Italia a Suiza. 6.000 personas también podrían estar muriendo en otros lados", dijo.

Gianni Infantino con la pelota del próximo Mundial de la FIFA / Europa Press

Unas palabras que demuestran que la élite del fútbol está muy alejada de su base. Pero es que este Mundial es precisamente eso, elitista. Ideado por unos pocos, para que se puedan enriquecer algunos más, y que lo puedan disfrutar unos pocos más. El resto, desde casa, con una interrupción del todo antinatural de la mayoría de los campeonatos domésticos.

 

Imagen principal: Gianni Infantino y Hassan Al Thawadi, uno de los organizadores de Qatar 2022 / Europa Press