Claudio Domenicali, capo máximo de Ducati, tiene muy claro quién es y seguirá siendo la gran estrella del equipo. Porque al margen de la expectación que ha generado esta temporada la llegada de Marc Márquez a la fábrica de Bolonia, para él la principal figura tiene otro nombre. Y se trata de Francesco Bagnaia, que es el actual bicampeón del Mundial, y el único piloto capaz de proclamarse como campeón vistiendo de rojo desde que lo hiciera Casey Stoner en 2007.
‘Pecco’ se quedó muy cerca de conseguirlo en 2021, cuando quedó segundo por detrás de Fabio Quartararo, y después de una remontada histórica en 2022, cuando llegó a estar más de 90 puntos por debajo de ‘El Diablo’, consiguió su primer título en Moto GP, un trofeo que revalidó en 2023, y que espera defender en este 2024, en el cual es líder del campeonato por delante de Jorge Martín. Y ha demostrado que todos los elogios que ha recibido son merecidos.
Pero hay mucha gente que sigue defendiendo que el turinés solamente gana carreras por el hecho de pilotar una Desmosedici GP 24, la mejor moto de la parrilla con diferencia. Y los críticos del ‘1’ afirman que las cosas cambiarán radicalmente la próxima campaña, momento en el cual tendrá la misma moto que el ‘93’, que ahora mismo tiene la versión del año anterior, la GP 23. Pero pronto cambiará el equipo Gresini por el equipo Lenovo.
Es decir, que pasará a ser compañero de equipo de Bagnaia, y por lo tanto tendrá las mismas armas, al ser el elegido para reemplazar a un Enea Bastianini que se mudará al KTM Tech 3. Sin embargo, Domenicali tiene muy claro que Márquez tendrá el mismo papel que ‘La Bestia’, y por lo tanto vivirá a la sombra de ‘Pecco’. Y es que está convencido de que el de Cervera no podrá hacer nada para imponerse al italiano, que es el ‘niño mimado’ de Ducati.
Cree que marcará una hegemonía en Moto GP como hicieron el propio Marc o Valentino Rossi en su momento, y que ahora mismo no hay nadie mejor que él en la categoría.
Bagnaia demostró su increíble momento en la Lenovo Race of Champions
Bagnaia se encargó de silenciar todas las críticas con su actuación y su victoria en la Lenovo Race of Champions que se celebró el pasado sábado, y en la cual participaron todos los pilotos con contrato en vigor con Ducati, y con la misma moto, una Panigale V4.
Márquez sufrió para ser tercero, y tuvo una polémica con Nicolo Bulega, que acabó en el suelo, que ha provocado que siga siendo una ‘persona non grata’ en Italia. De hecho, Domenicali no quería que Marc subiera al equipo oficial, por su enemistad con Rossi, y prefería apostar por la continuidad de Bastianini, o por ascender a Jorge Martín. Pero Davide Tardozzi y Gigi Dall’Igna prefirieron confiar en el ocho veces campeones del Mundo.