Ansu Fati no consigue levantar cabeza. El delantero del Barça, que en las últimas semanas estaba acumulando minutos, volverá a estar un tiempo en la enfermería, después de que el club blaugrana haya comunicado que Ansi Fati ha sufrido una lesión muscular en el entrenamiento.
Concretamente, Ansu Fati sufre una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha, una rotura que le mantendrá alejado de los terrenos de juego un mínimo de 4 semanas, por lo que es probable que el delantero ya no vuelva a jugar hasta el 2025. Si todo fuera bien, Ansu volvería justo para el partido contra el Leganés y con el del Atlético de Madrid solo por delante, un enfrentamiento en el que difícilmente Hansi Flick vaya a asumir riesgos. Lo más indicado, pues, sería dejar que el delantero se recuperara del todo y ya no volviera hasta pasadas las fiestas de Navidad.
𝐂𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐜𝐚𝐭 𝐦𝐞̀𝐝𝐢𝐜
— FC Barcelona (@FCBarcelona_cat) November 13, 2024
Ansu Fati s’ha fet, a l’entrenament d’aquest dimecres, una lesió muscular al bíceps femoral de la cuixa dreta. El temps de baixa aproximat serà d’unes quatre setmanes pic.twitter.com/Kd5YGbyb4x
Se rompe la progresión
Después de volver de la cesión en el Brighton, una experiencia irregular por culpa de las lesiones, Ansu Fati convenció a Hansi Flick para quedarse en el Barça, al demostrar un gran nivel durante la pretemporada. El delantero debutó contra el Mónaco, con 2 minutos testimoniales, aunque ya contra el Young Boys acumuló media hora de juego.
Desde entonces, había jugado el tramo final de los partidos contra el Alavés, el Sevilla, el Bayern de Múnich y la Real Sociedad, aunque con los problemas físicos de Lewandowski, Lamine Yamal y Ferran Torres, tenía números para volver a ser titular en un partido del Barça. Los planes se han ido al traste.
Un calvario que ya dura 4 años
Con solo 22 años, la carrera de Ansu Fati ya está marcado por los problemas físicos. La vida del que fuera el niño prodigio, el heredero del 10 de Leo Messi, cambió por completo el 8 de noviembre del 2020, cuando se lesionó ante el Betis. Ansu Fati se rompió el menisco interno de la rodilla izquierda. Lo que parecía una lesión con una importancia relativa se acabó convirtiendo en un calvario de 305 días de duración, con 3 visitas al quirófano.
Y al regresar, Ansu Fati ya no era el mismo. Molestias en la rodilla y problemas musculares fueron intercalándose para evitar que volviera a ser el de antes. Ahora deberá estar 4 semanas fuera de los terrenos de juego, aunque con solo 22 años todavía tiene toda una carrera por delante. El Barça confía en él, así como Hansi Flick. Solo falta que las lesiones le respeten de una vez por todas.