Marc Márquez empieza una nueva etapa. Después de más de una década en Honda, el piloto de Cervera ha cambiado de aires para subirse en una Ducati. Un nuevo episodio en su carrera que, sin embargo, no ha empezado todo lo bien que esperaba. Principalmente de puertas para adentro. No le han concedido una moto con las mejoras de esta temporada de las que si disfrutarán Bagnaia y Jorge Martín.
El pasado martes, el circuito de Cheste fue testigo del debut de Márquez con la Ducati del Gresini Racing. A pesar de su impresionante adaptación a la nueva máquina, el panorama interno no es tan alentador como podría pensarse. La razón principal es que no se le ha asignado una moto con las mejoras de la temporada actual, a diferencia de sus compañeros de equipo, Francesco Bagnaia y Jorge Martín.
Ducati pone palos en las ruedas a Marc Márquez
En la tabla de tiempos de los primeros tests de pretemporada, Márquez sorprendió a todos al obtener la cuarta posición, superando incluso al actual campeón del mundo, Pecco Bagnaia, quien terminó en la undécima posición. La ironía reside en que Bagnaia disfruta de una moto con las últimas mejoras del equipo, mientras que Márquez no tiene acceso a estas actualizaciones.
Desde la cúpula de Ducati, han dejado claro que Márquez competirá con la moto campeona del mundo, pero de la temporada 2023. En contraste, sus compañeros de Gresini Racing han sido privilegiados con la GP23, una versión más avanzada. Durante las pruebas en Valencia, Márquez se vio obligado a utilizar la moto que Johann Zarco, compañero de Martín en el equipo Pramac, pilotó durante la temporada anterior.
Ducati, conocida por introducir pocas mejoras entre sus modelos debido al alto rendimiento que ya ofrecen, parece poner a Márquez en una posición desventajosa frente a sus compañeros. Aunque en años anteriores hemos visto a pilotos competir de manera exitosa con modelos anteriores, como el caso de Bastianini en 2022, esta situación plantea un desafío adicional para Márquez.
Márquez tendrá que competir sin las mejoras de Ducati
Es importante señalar que en temporadas anteriores, pilotos como Bastianini lucharon por el título con motos del año anterior. Este año, tanto Alex Márquez como Bastianini han logrado victorias con la GP22. A pesar de estas historias de éxito, la percepción general es que Marc Márquez comienza en desventaja con respecto a sus compañeros de equipo.
Este ‘juego sucio’ plantea interrogantes sobre la equidad en Ducati. Márquez, conocido por su determinación y habilidades excepcionales, se enfrenta a un nuevo desafío: demostrar que su destreza puede superar las limitaciones de la maquinaria. La temporada 2024 será crucial para evaluar si Ducati ha subestimado el potencial del talentoso piloto español o si Márquez podrá superar las adversidades y llevar su nueva Ducati a la cima.