Sin darnos, prácticamente, cuenta ya hemos entrado en la antesala del Mundial de MotoGP 2024, que está a un mes de dar su pistoletazo de salida. Lo hará en Qatar, durante el fin de semana del 8 al 10 de marzo, con sus respectivas clasificaciones, su carrera al esprint, y cómo no, la madre de las carreras, la del domingo. Antes, durante este mes de febrero, el mismo circuito de Losail acogerá los segundos tests oficiales de la temporada, el 19 y 20 de febrero. Unas jornadas donde los equipos y sus pilotos seguirán poniendo a prueba sus máquinas para acabar de dejarlo todo listo para la primera gran cita de la temporada.
Marc Márquez sigue con su adaptación
Unas sesiones que ya iniciaron de manera oficial en Sepang, donde se disputaron los primeros tests de la temporada, del 6 al 8 de febrero, donde se pudo ver a Marc Márquez, por primera vez, con los colores del Gresini Racing y subido, esto por segunda vez, a la Ducati Desmosedici GP23, después de 11 años en Honda. Unos tests que han servido para dejar clara evidencia de varias cosas, pero también algunas dudas, precisamente, con el '93', y su adaptación a su nueva moto, que está costando más de lo esperado.
Es una obviedad. El trazado malayo ha sido testigo de como Ducati sigue siendo Ducati. Los de Borgo Panigale reinan hasta en los 'entrenamientos' y la gran certeza es que los italianos, con todas sus monturas, van a seguir reinando en la parrilla. Gigi Dall'Igna sigue haciendo muy bien los deberes, y ahora ha pasado la patata caliente al resto de equipos, pues deberán ser ellos los que aprieten si quieren alcanzar las cotas que están obteniendo los ducatistas, y es que sus motos han ocupado el Top-6 en la clasificación final de tiempos, a excepción de la Aprilia de Aleix Espargaró, que acabó en quinta posición.
Uno de los pilotos que más focos acaparó, como no puede ser de otra manera, fue Marc Márquez. Muchos eran los que decían que, por el simple hecho de subirse a una Desmosedici, iba a arrasar al resto de rivales. Nada más lejos de la realidad, y es que al ilerdense le está costando sobremanera adaptarse a su nueva amiga y quitarse los 'vicios' de cuando pilotaba la Honda. Él fue la última de las Ducati (6º), registrando un 1:57 bajos. A excepción de los pilotos del VR46, el '93' fue el que estuvo más lejos que el resto de compañeros.
La Desmosedici GP24 es demasiado superior
De hecho; Pecco Bagnaia, Jorge Martín, Enea Bastianini y Álex Márquez, este último con la misma moto que Marc, bajaron al 1:56. Si bien es cierto que el '93' ha ido de menos a más durante el transcurso de las tres jornadas de test, él mismo avisó de que su objetivo este año era seguir progresando, y es que todavía sigue muy lejos de la cabeza de carrera. En sus propias palabras, ya dijo a aquellos que lo daban como campeón del mundo de forma holgada que no va a "arrasar" a sus rivales.
La Desmosedici GP24 es una auténtica máquina infalible. Dall'Igna ha conseguido perfeccionar una moto que ya venía con un nivel elevadísimo, y la diferencia entre la montura de los pilotos oficiales con la de las escuderías satélite es demasiado grande para cerrar la brecha. Existe la teoría, de los más conspiranoicos, que dice que Ducati ha fichado a Marc Márquez para que no logre su séptimo campeonato mundial de MotoGP. Como lo oyen. El rumor se basa en que, de esta manera, Ducati neutraliza a Marc Márquez, con una moto inferior a la de Bagnaia, para evitarle competencia y facilitar su tercer campeonato consecutivo.