La gran noticia de este 2023, en MotoGP, ha sido, sin ningún atisbo de duda, el adiós de Marc Márquez a Honda, después de un matrimonio de 11 años, casi, idílico. El piloto catalán acabó tomando la difícil decisión de dejar la que ha sido su familia durante tanto tiempo, ante la imposibilidad de la marca nipona de presentarle una moto rápida y competitiva que le permitiera estar adelante. Una situación que, como no podía ser de otra manera, ha tenido efecto en el resto de pilotos de la parrilla, pues, con su consiguiente fichaje por Gresini, ha habido un gran cambio de cromos.
No obstante, el cambio de aires del ilerdense solo responde a un objetivo, volver a disfrutar encima de la moto y, ¿por qué no? Volver a luchar por el campeonato del mundo. Marc busca reencontrarse con su mejor versión, por eso solo ha firmado por un año con la escuadra de Faenza, porque, de lo contrario, piensa en retirarse. Y lo hará a lomos de una Ducati, la Desmosedici GP23 que, a pesar de ser una moto 'desactualizada' debería permitirle estar en las posiciones delanteras, como ya demostró en los tests de Valencia, en su primera toma de contacto.
Gresini gestionará a Marc Márquez...
A pesar de que Gresini, donde compartirá box con su hermano Álex, es una marca independiente, estará sobre el paraguas de Ducati, quien suministra las motos a su nuevo equipo. Y, en ese contexto, se generan más dudas sobre la convivencia que pueda haber entre Marc y el resto de pilotos de la escudería de Borgo Panigale, tanto del equipo oficial, Pecco Bagnaia, como del Prima Pramac Racing, Jorge Martín, campeón y subcampeón del mundo respectivamente.
En Ducati, como decíamos, son conscientes de la dificultad que puede entrañar meter 'otro gallo' más en el corral. No obstante, por el momento, afirman estar tranquilos. Eso sí, desde la escudería italiana están preparados para intervenir por si la armonía se trastoca y la situación requiere intervenir. Porque, al fin y al cabo, lo que dicen desde el equipo oficial, va a misa.
Paolo Ciabatti, director deportivo de Ducati Corse, el mismo que abrió las puertas del equipo oficial a Márquez, afirma que tendrá que ser Gresini el que gestione el carácter de su piloto para evitar problemas: "Márquez no tendrá que ser gestionado por el equipo oficial Ducati, lo tendrá que hacer Gresini".
... pero Ducati tiene la última palabra
Pero, luego matizó sus palabras, de las que se puede prever que, en caso de necesitarlo, será Ducati quien tenga la última palabra. "Tendremos que gestionar cualquier situación que pueda surgir en el transcurso de la temporada", añadió el italiano. Unas declaraciones de las cuales se desprende que, si bien es Gresini quien controla a su piloto, desde la marca oficial podrán intervenir para beneficiar a Bagnaia.
"Quizá tengamos que lidiar con algunos quebraderos de cabeza más, pero desde el punto de vista del espectáculo habrá mucho interés porque es un piloto excepcional que no gana desde hace mucho tiempo, así que querrá aprovechar al máximo esta oportunidad. Imagino que en determinadas situaciones no será fácil de gestionar, pero igual que no fue fácil la última fase del campeonato con la rivalidad deportiva entre Bagnaia y Martin", apostilló Paolo Ciabatti sobre una temporada que promete tener mucho morbo.