Cada vez queda menos para que el Mundial de MotoGP 2024 dé el pistoletazo de salida y las expectativas y el hype están por las nubes. Por el momento, todos los equipos están apurando hasta el final sus opciones de seguir mejorando sus motos, tanto con el motor, como con los carenados y la aerodinámica, un tema que ha dado mucho de qué hablar con auténticas obras de ingeniería en el colín de la moto, que, por otro lado, hacen que el diseño final de las monturas sean, ciertamente, difíciles de ver, aunque eso es otra historia.
Volviendo a la más estricta actualidad, en la categoría reina de motociclismo el gran protagonista de esta semana han sido los tests de Sepang, la primera gran prueba de fuego para las distintas marcas que están midiendo sus últimas construcciones. Una jornada que ha dejado varias certezas durante los días 6,7 y 8 de febrero en el trazado malayo, pero también algunas dudas, y alguna que otra disputa, que han protagonizado, como no puede ser de otra manera, los pilotos Ducati: Marc Márquez, Jorge Martín, Enea Bastianini y Pecco Bagnaia.
Marc Márquez deja dudas en Sepang...
Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes. Sepang ha sido testimonio del evidente dominio de la factoría de Borgo Panigale, algo que era conocido por todos, pero que ha acabado de confirmarse durante las tres jornadas de test que han podido disputar todos los pilotos. Ducati, sin ningún atisbo de duda, volverá a reinar en la parrilla durante la temporada que empezará el próximo 10 de marzo en un circuito de Losail, en Qatar, que antes recibirá los segundos tests oficiales de la temporada (del 19 al 20 de febrero).
Pero no todo son alegrías en el equipo italiano, a pesar de haber incorporado a un octocampeón del mundo como Marc Márquez, y haber sumado al carro a su hermano, que ha dejado muy buenas sensaciones. El gran interrogante para el '93' es si será capaz de adaptarse rápidamente a la Desmosedici GP23, muy diferente a la Honda y que no conoce todavía. Este hecho se ha reflejado en unas jornadas muy complicadas para el ilerdense, sobre todo durante los dos primeros días, en los que ha tenido serios problemas para marcar un buen tiempo.
Aun con todo, el mayor de los Márquez, consiguió dar un paso de gigante en el último día, registrando el mejor sexto crono de la jornada, que dejó en 1:57 bajos. Aunque contento por la progresión, el ilerdense sabe que sigue estando muy lejos de una cabeza de carrera que han protagonizado otras 4 Ducati, las de Pecco Bagnaia (1:56.682), Jorge Martín (1:56.854), Enea Bastianini (1:56.915) y Álex Márquez (1:56.938). Precisamente, los 3 pilotos que gozarán de la Desmosedici oficial, la GP24, han protagonizado una pequeña guerra interna.
... y Martín toma un camino distinto al de Bagnaia y Bastianini
Jorge Martín es el gran aspirante al título, por detrás del turinés, que actualmente ostenta el título de bicampeón del mundo y que buscará revalidar por tercera vez consecutiva el campeonato. El madrileño ha seguido de cerca a Pecco, pero por caminos muy distintos al de él y su compañero en Ducati, Bastianini. El motivo de esta pequeña disputa no es otro que el carenado. Mientras que a la pareja italiana parece convencerle, a Martinator, no le ha ido tan bien y parece que apostará por el del año anterior, un hecho que ha criticado Bestia.
"Para mí y para Pecco esta aerodinámica funciona. Luego, está claro que Martín y yo tenemos estilos de pilotaje muy diferentes. Lo que funciona para un piloto no siempre funciona para otro", dijo después de escuchar las declaraciones del piloto español, y es que Martín será el principal rival de Bastianini para conseguir el asiento de la Ducati oficial en 2025. Una lucha en la que se puede meter Marc Márquez, aunque por el momento rechaza grandes objetivos: "el objetivo principal es la progresión, progresión ascendente. Habrá momentos de bajón, momentos difíciles".
Unas palabras que no han tranquilizado a Martín, que está empezando a ver como el '93' se acerca: "está claro que está ya ahí, cerca de todos, veremos en Qatar". Cojan las palomitas porque la batalla está servida, y el Mundial que se avecina puede ser uno de los más emocionantes que se recuerdan.