Aymeric Laporte fue el principal responsable de que Sergio Ramos no volviera más a la selección española. Porque después de haberse decantado por representar a ‘la Roja’, siendo convencido por Luis Enrique, y cansado de esperar la llamada de Didier Deschamps para la selección francesa, su país natal, el técnico asturiano optó por borrar el nombre del ex del Real Madrid y del Sevilla de sus planes, convirtiendo al defensa del Manchester City en su sustituto.
Una jugada que dio buenos resultados, debido a que el rendimiento que ha mostrado desde el primer día es excepcional, convirtiéndose en el líder de la defensa, y se espera que Luis de la Fuente siga contando con él. De hecho, al crack del Paris Saint-Germain no le ha quedado de otro remedio que retirarse de sus compromisos internacionales, al comprobar que tampoco cuenta para el entrenador de La Rioja, que le comunicó que no sería citado bajo ninguna circunstancia.
Y, curiosamente, el central de 28 años puede volver a ser el verdugo del campeón del Mundial de Sudáfrica, en esta ocasión, en el Parque de los Príncipes. Porque no está para nada satisfecho con el rol que está teniendo a las órdenes de Pep Guardiola, que le ha relegado a un discreto segundo plano, y prácticamente no dispone de minutos ni de continuidad. Así que, por esa razón, ha comenzado a plantearse muy seriamente un cambio de aires en verano.
Está estudiando todas sus opciones, y una de las que más parece convencer a Laporte es la de regresar a Francia, para probar suerte en la Ligue1, una competición que nunca ha disputado, debido a que se marchó muy joven a la cantera del Athletic Club de Bilbao. Nasser Al-Khelaïfi está muy decepcionado con las lesiones y el rendimiento de Presnel Kimpembe, y pese a tener cerrado a Milan Skriniar desde el Inter de Milán, también puede hacer un intento por el hispano-francés.
Tendría un coste aproximado de 50 millones de euros, y acabaría por completo con las esperanzas de Ramos, que todavía sueña con poder seguir en el PSG.
Ramos, sentenciado por Al-Khelaïfi
Ramos parece haber quedado sentenciado, y sin solución posible, por Al-Khelaïfi. No han ayudado las actuaciones que ha protagonizado, ni tampoco las constantes molestias físicas que ha acumulado. Además, percibe uno de los sueldos más elevados de la plantilla.
Así que no recibirá ninguna propuesta para ampliar su vínculo con el PSG, que caduca en el mes de junio.