¡Eddie Dunbar ha ganado la vigésima etapa de La Vuelta a España 2024! En la última jornada en línea y con la carrera por decidir, los grandes candidatos a la general no han querido dejar la victoria en manos de una escapada y han luchado todo el día para evitar que un grupo se marchara demasiado lejos. Cuando llega la etapa reina, todo el mundo quiere dejarse la piel más que nunca, y la guerra ha sido espectacular desde el inicio. No ha sido hasta la última subida, el Picón Blanco, cuando han empezado las hostilidades finales. En un nuevo día con rampas infernales, superiores al 15% en gran parte del ascenso, Dunbar ha sido el más fuerte. Nadie ha podido seguir su último ataque y se ha marchado en solitario hasta la línea de meta, donde ha podido celebrar el triunfo sin tener que sufrir.

Después de 19 días, los ciclistas ya empiezan a pensar en la vuelta a casa, cuando por fin podrán descansar del agotamiento de las últimas 3 semanas. Sin embargo, si alguno de ellos tenía pensado llegar fácilmente a Madrid, es que no conoce La Vuelta. En la última etapa en línea, antes de la contrarreloj de mañana, los corredores afrontaban el circuito más duro de esta edición. Siguiendo con la tendencia de este año, los equipos no se tenían que mover mucho, porque el norte de España seguía siendo protagonista. 172 km entre Villarcayo y el Picón Blanco, en Cantabria, nos presentaban la etapa reina. 7 puertos de montaña (3 de los cuales, de primera categoría) y 4.730 m de desnivel para destrozar las piernas de los ciclistas una vez más. Y, por si eso no era suficiente, final en alto en un puerto de 7,9 km al 9,1% y con varios sectores con pendientes de hasta el 18%. Un auténtico infierno que decidiría el nuevo maillot de la montaña y, seguramente, el nuevo campeón de La Vuelta en España.

La última lucha por la etapa, la última opción para la fuga

El inicio del día era la parte más suave, sin ningún puerto en los primeros kilómetros, pero con la carretera picando hacia arriba, ligeramente. Desde el primer metro ya ha empezado la lucha para formar la fuga y, rompiendo la dinámica de las últimas etapas, no ha habido demasiadas complicaciones. Un grupo de 10 ha salido con mucha fuerza y han sabido como colaborar para abrir un agujero suficiente justo antes de empezar la primera ascensión. Entre ellos, los 3 primeros de la clasificación de la montaña: Marc Soler, Jay Vine y Pablo Castrillo. El catalán solo tenía 1 punto de margen sobre su compañero de equipo, mientras Castrillo tenía que recuperar 20. Con todas las subidas del día, esta era una de las batallas más esperadas. La escapada ha llegado a tener 6 minutos de margen, y parecía que la victoria podía estar delante. Justamente por esta razón, viendo que podría pasar por todos los puertos en las primeras posiciones, Marc Soler no ha luchado por los dos primeros premios de montaña, que se ha llevado su compañero australiano para sacarle, momentáneamente, el liderazgo.

Pero en ciclismo nunca se puede especular, porque en cualquier momento el guion puede cambiar drásticamente. Y el elemento que ha desencadenado este giro ha sido las malas sensaciones del Bora. En el tercer puerto del día, el Alto del Caracol, muchos compañeros de equipo del líder de la general han empezado a dejarse ver en la parte baja del piloto e, incluso, cayendo del grupo. El INEOS y el T-Rex han visto una oportunidad en la debilidad del equipo, y se han puesto a tirar con mucha fuerza, reduciendo el número de efectivos en el grupo y rebajando la distancia con la fuga. Al ver que ya solo les quedaban 3 minutos de ventaja, Soler ha decidido pasar a la acción con un ataque antes de coronar. Con él, se han marchado Vine y Berthet, intentando sorprender el resto.

El encadenado final, una oportunidad de oro

La bajada ha sido corta justo antes de empezar la dificultad más larga del día. El Portillo de Lunada, de 14 km, ha empezado con un grupo de favoritos muy pequeño y con una velocidad agónica de Asgreen, que pronosticaba un ataque de Mikel Landa. Soler y Vine intentaban dejar atrás Berthet para intentar una hazaña en equipo, pero el francés se mantenía en rueda. A la mitad del puerto, el catalán se ha marchado en solitario a buscar los puntos de la cima, y los otros dos no han intentado cerrar el agujero. Han bajado el ritmo hasta el punto que Marco Frigo y Pablo Castrillo, doble ganador de etapa, los han atrapado. Soler ha coronado delante del espectacular paisaje que ofrecía la Lunada y viendo como el ritmo del T-Rex había bajado por detrás. Más de 3 minutos de margen, pero con 3 puertos por delante.

Empezando el Portillo de la Sia, Soler decidía que no quería ni oír hablar de sus perseguidores. Cuando parecía que Castrillo se lanzaba a buscarlo, el UAE ponía una marcha más y empezaba a sacar tiempo. Coronaba este puerto en primera posición y se lanzaba en la bajada más larga del día. Por detrás, el ritmo volvía a subir, y el gran grupo le recortaba 1 minuto, avisando de que la victoria de etapa estaría entre los favoritos. El descenso ha sido la condena final para los escapados, porque han llegado a la entrada del penúltimo puerto del día con solo 1 minuto y 15 segundos de ventaja.

El Picón Blanco, sede de la batalla final

Empezando el Puerto de los Tornos, de primera categoría, Cattaneo se ha puesto a tirar en el grupo de los favoritos. En poco más de 3 km, el grupo era de menos de 20 ciclistas, y la distancia con los escapados era de 30 segundos. Landa ya preparaba el ataque que iba avisando a lo largo del día. A 3,5 km de la cima, lo lanzaba, pero todos sus rivales salían con mucha facilidad en su rueda. Y, con 18 ciclistas en el primer grupo, había una tregua momentánea. Sivakov se marchaba adelante y llegaba con una ligera ventaja a la cumbre. Jay Vine, que se había cogido al grupo después de ser atrapado, cogía 1 punto para la clasificación de la montaña y, con eso, se aseguraba llevarse este maillot en casa. Y así llegábamos al último puerto de esta Vuelta en España. Sivakov con más de 1 minuto de margen, y todo el top 10 mirándose los unos en los otros.

La primera rampa del Picón ya ha sido terrible para las piernas de los ciclistas. Cattaneo ha mantenido un ritmo altísimo, y la distancia con el escapado empezaba a bajar. A 6 km, ha sido el mismo Primož Roglič quien ha puesto su ritmo, intentando descolgar a sus rivales en la parte más dura. Todos pensaban en la etapa, y nadie se la quería jugar desde demasiado lejos. Y eso favorecía Sivakov, que se encontraba con 45 segundos de ventaja a 5 km para el final. Y en este momento llegaba el ataque del líder. Solo Enric Mas y Richard Carapaz podían seguirlo, y el mallorquín le daba continuidad, pero sin mucho convencimiento. Ahora era David Gaudu quien o intentaba, pero no sacaba metros. Sivakov veía cómo se le escapaba la etapa, primero con la llegada de un Eddie Dunbar pletórico y después con el resto. La carrera, más caótica que nunca, con personajes que habían sido escondidos en las primeras etapas. Enric, Carapaz y Roglič sacaban tiempo al resto, con Gaudu y Dunbar por delante. El francés no conseguía llegar al irlandés, y ya solo quedaban 2 km.

Enric no miraba atrás, y la victoria estaba muy abierta. Cogían a Gaudu, pero les quedaba un irlandés que no bajaba la cabeza. Le quedaba 1 km para tocar la gloria y nadie parecía tener un cambio de ritmo por detrás. Viniendo desde muy lejos, el único que ha salido ha sido Mikel Landa, que ha propiciado otro ataque de Enric Mas. Quedaban menos de 500 metros y Dunbar casi no podía mover la bicicleta. Pero se ha pegado a la épica y ha apretado los dientes hasta el último metro para conseguir su segunda victoria en La Vuelta. Mas ha acabado segundo, y recorta 8 segundos a O'Connor de cara a la última contrarreloj. Roglič tiene la general sentenciada, pero todavía podremos ver cambios en el top 10.