El Barça vuelve a jugar como sabe, se pone serio y responsable y asalta Sevilla (0-2). Los goles de Ousmane Dembélé y de Leo Messi deciden tres puntos muy importantes en la Liga Santander, pero Pedri González y Ronald Araujo acaban el partido tocados.
El Barça se pone serio
Si hace dos semanas el Sevilla puso distancias con un Barça descompuesto en la Copa del Rey, en la Liga parece que el guion es diferente. Y los blaugrana tenían claro que si no había un cambio brusco respecto a los últimos partidos, esta tarde en Sevilla podía acabar con un adiós a otro título, pero el equipo ha cambiado de cara.
Ronald Koeman ha removido el esquema habitual para poner a un equipo ultradefensivo, con tres centrales y dos carrileros. Pero es que en el medio del campo ha buscado contención y en ataque velocidad.
A pesar de volver a contar con Piqué y con la aparición de Mingueza, Lenglet, el tercer defensa, ha empezado con dos pérdidas de balón en menos de dos minutos. Malas sensaciones para un Barça que ya había sufrido un imprevisto de Ter Stegen en el calentamiento pero que no le ha impedido jugar de titular.
Pero pese a las pequeñas imprecisiones en el arranque, el Barça ha estado serio, dominador y muy seguro detrás. Acumulando jugadores en zona defensiva, con Jordi Alba y Dest convirtiéndose en los líderes de las bandas, el Sevilla se ha visto taponado en cada ocasión que intentaba ejecutar contragolpes.
Messi y Dembélé ponen la directa
Y con un Barça responsable, sólo se tenía que esperar al paso de los minutos para ver las ocasiones. Cada vez que Messi conectaba con el balón pasaban cosas. Y más cuando Dembélé se atrevía a correr desde su función de delantero centro.
El extremo francés, esta tarde de '9', siempre buscaba el espacio a la espalda de la defensa andaluza. Y su velocidad ha sido un quebradero de cabeza para los rivales. Un disparo suyo pasado los veinte minutos ha sido el primer aviso. Después ha llegado uno de Messi probando sorprender de falta. Pero en una recuperación en el medio del campo del Barça justo antes de la media hora, con aceleración de Messi y definición perfecta de Dembélé, se ha movido el marcador en Sevilla.
Esta vez al Barça ya no le ha quemado el balón y ha sabido demostrar qué quiere en esta Liga. Responsabilidad con el balón y rigor cuando lo tenía el rival. Defensivamente estaban impecables y ofensivamente creaban temor.
Sufrimiento, lesiones y Messi
Y si Julen Lopetegui ha removido a su Sevilla en el descanso, que ha provocado algún desajuste del Barça en el inicio del segundo tiempo, la receta ha sido la posesión. Hacía mucho tiempo que los jugadores blaugrana no gestionaban el peligro a través del balón, y con una serie de posesiones largas ha frenado las intenciones andaluzas.
Messi, Dembélé y Jordi Alba han avisado después en varias ocasiones. El Barça ha perdonado el segundo gol. Y cuando lo ha hecho Lenglet en el minuto 67, un fuera de juego lo ha invalidado.
Pedri se ha lesionado y el partido ha vuelto a cambiar. Han entrado al campo Ilaix Moriba y Araujo, y el Sevilla se ha confiado. Paso adelante de los andaluces y primeros minutos de sufrimiento real del Barça. Y también ha llegado el gol del empate de En-Nesyri, pero con manos previas y también ha sido anulado.
Y si el Barça estaba sufriendo, peores noticias: Araujo ha vuelto a recaer de la lesión pocos minutos después de volver. Pero esta vez el Barça ha sabido resistir y se ha llevado el premio gracias a Messi, sentenciando el duelo en el minuto 85 tras una fantástica asistencia de Ilaix.
Tres puntos para el Barça. Importantísimos. Los blaugrana superan a un rival directo y se vuelven a ilusionar por la Liga. Y recuperan la esperanza para la remontada de Copa del próximo miércoles otra vez contra el Sevilla.