Si el miércoles pasado el Barça fue un espectáculo en Turín, esta vez no ha pasado lo mismo en Vitoria. Contra el Alavés el partido se ha convertido en un filme recordado, de los clásicos de estos últimos tiempos en la Liga Santander: tensión, complicación y sufrimiento. Empate final y dos puntos perdidos después de una pel·licula que ya todos conocemos y que ha vuelto a no acabar bien (1-1).
Neto, el Dr. No
Como si fuera un thriller protagonizado por Sean Connery, ha pasado de todo. De empezar con muchas esperanzas con Dembélé de titular y con Ansu Fati que celebraba su mayoría de edad, se ha pasado a la incredulidad, con un rato de aburrimiento y un final trepidante.
El Barça no ha cambiado aunque nos lo queramos creer. Tan irregular como imprevisible, en Mendizorroza han vuelto a aparecer los fantasmas del pasado. Lejos del Camp Nou todo son malas caras y malas sensaciones.
Y Neto, que hasta hoy había defendido de la mejor manera posible la portería del Barça por la lesión de Ter Stegen, ha cometido un error imperdonable en un portero del Barça. No controla bien con los pies, pierde el balón, y Luis Rioja le roba la cartera antes de adelantar al Alavés a la media hora de juego.
Ni con el intocable
Toque de comedia en el thriller. Ha pasado un hecho imprevisible que ha obligado a los protagonistas a despertar y a reaccionar. Y así ha sido. Al descanso, Ronald Koeman ha puesto a Pedri, Trincao y Pjanic sobre el césped, pero sobre todo nos tenemos que quedar con el primer nombre. El joven futbolista canario ha vuelto a exhibirse tal como lo hizo contra la Juve. Y el partido ha cambiado.
Magia sobre el césped y una actitud totalmente diferente del Barça. Del miedo se ha pasado al atrevimiento. Como hubiera hecho el descarado profesor Henry Jones en Indiana Jones. Y Pedri liderando al equipo. Se tiene que convertir sí o sí en uno de los intocables de Ronald Koeman. Pero no ha sido és sino Griezmann quien a falta de media hora para el final ha marcado el empate.
Pero eso no ha sido todo y aún faltaba la escena final, la que James Bond hubiera matado al antagonista y hubiera cumplido la misión. Pero esta vez no ha aparecido el agente 007 del Barça, pese a que Leo Messi y compañía han tenido el gol de la victoria en un asedio final digno de Hollywood.
Intriga hasta el final y, a pesar de las muchas ocasiones creadas, se han repartido los puntos y el Barça pincha en la Liga por cuarta jornada consecutiva. Aún es el principio de la temporada, pero la Liga se empieza a complicar y el Real Madrid ya está a 8 puntos.