Combate nulo en el Martínez Valero de Elche. Este jueves, el Girona ha empatado contra el conjunto ilicitano en el partido de ida de la final de ascenso a Primera División (0-0) y tendrá que decidir la eliminatoria en Montilivi el próximo domingo. Los de Francisco Rodríguez, favoritos, han tenido que batallar sobre un césped en pésimas condiciones, hecho que, sumado a la excelente disposición de la defensa local, se ha traducido en un empate sin goles.
El barro, protagonista indeseado
El primer tiempo ha estado condicionado por dos factores: el primero, el lamentable estado del terreno de juego del Martínez Valero, lleno de barro y de hoyos, escenario indigno de una final de ascenso a Primera División. El segundo, el duelo de vuelta que se disputará el próximo domingo en Montilivi. El hecho de que la eliminatoria se decida a dos partidos ha provocado que los futbolistas, como es habitual, no hayan querido arriesgar nada.
Así, en la primera parte las ocasiones claras han brillado por su ausencia. El Girona ha sido ligeramente superior a partir del ecuador del primer tiempo, cuando Borja García y Samu Sáiz han empezado a encontrar espacios para combinar. Sus pases en zona de tres cuartos, sin embargo, sólo se han traducido en córners. Córners inofensivos. De disparos entre los tres palos, bien pocos.
El Elche, por su parte, ha tenido momentos de cierta superioridad, pero en ningún caso ha puesto el conjunto rojiblanco entre la espada y la pared. Su llegada más clara ha tenido lugar en el minuto 37, cuando el incombustible Nino -40 años, tiene- ha enviado por encima del travesaño un remate de cabeza en el segundo palo. Ha sido la última jugada de un primer tiempo más tenso que constructivo.
Reacción efervescente
En la segunda parte, sin embargo, cambio de paradigma. Aunque Francisco no ha llevado a cabo ningún cambio durante el tiempo de descanso, lo cierto es que el Girona ha saltado al césped -para llamarlo de alguna manera- con una marcha más.
Samu Sáiz ha empezado a entrar en juego constantemente y este hecho ha permitido activar a Stuani, quien ha reclamado penalti de Dani Escriche en el minuto 51. El árbitro no lo ha señalado, pero la falta ha sido, como mínimo, discutible. En la siguiente acción, en cualquier caso, Ignasi Miquel ha tenido el 0-1 en un centro al segundo palo de Àlex Granell que no ha podido rematar en dirección a portería.
El ímpetu del Girona, sin embargo, se ha apagado con el paso de los minutos y, de hecho, la única ocasión clara posterior a la llegada de Miquel ha sido un remate de Stuani, con la cabeza, en el minuto 74. El uruguayo ha firmado 31 goles esta temporada, pero milagros todavía no puede hacer.
De hecho, las últimas oportunidades del partido han sido para el Elche, que primero ha intimidado con una jugada dentro del área de Iván Sánchez y después ha helado la sangre de los gerundenses con un remate de Pere Milla desde dentro del área que se ha marchado por la línea de fondo.
El empate es peligroso pero no definitivo. Si el resultado se repite en Montilivi, el Girona pasará gracias a su posición en la fase regular, quinta, una por encima del Elche, sexto. Una diana de los ilicitanos en el feudo gerundense, sin embargo, obligará a los rojiblancos a hacer dos. La auténtica final tiene lugar este domingo.