Marc Márquez y Àlex Márquez hacen historia en MotoGP. Los dos hermanos, pilotos de la fábrica Ducati, han conseguido ser primero y segundo respectivamente tanto en la calificación, en la sprint y en la carrera del domingo. Un hito nunca imaginado y muy complicada de hacerse realidad, pero si se trata de los hermanos de Cervera, todo es posible. Además, pensando en los de casa, también han lanzado un emotivo mensaje a su madre.

El mensaje de los hermanos Márquez a su madre

Ha sido un fin de semana muy emotivo para los dos hermanos. Marc Márquez, con la mejor moto, no ha tenido problemas para ganarlo todo este fin de semana en el Gran Premio de Tailandia. Pero es que Àlex Márquez, del equipo Gresini Racing, también ha mostrado un ritmo altísimo y ha confirmado las mejores sensaciones. Y la celebración ha sido soñada.

Si Marc Márquez ha reconocido que ha sido la mejor victoria de su vida porque lo ha celebrado al lado de su hermano, los dos han mandado un mensaje a su madre, Roser Alentà, que no viaja a las carreras como sí hace su padre, pero siempre está pendiente de sus hijos desde casa.

Y justo antes de subir al podio, Marc y Àlex Márquez han tenido una conversación de hermanos, pensando en su madre, y que ha emocionado a todo el mundo que los estaba escuchando:

- Marc Márquez: "La mama estará llorando".
- Àlex Márquez: "Seguro".
- Marc Márquez: "La mama está llorando en el sofá".
- Marc y Àlex Márquez: "¡Mama, tranquila, estamos bien!".

Los hermanos Márquez hacen historia en Tailandia

Los hermanos Márquez, catalanes, hablan en catalán y no se esconden. Dos personas que son próximas en todos los sentidos. Y también han sido captados por las cámaras mientras hablaban sobre lo que han conseguido este fin de semana en Buriram.

"¿Sabes lo que es primero y segundo?", pregunta Marc... y Àlex responde: "Impresionante". "Muy difícil", repetía el hermano pequeño de los Márquez. Y Marc Márquez, pensando más allá, ya decía que a la próxima le tocaría ganar a su hermano, que él se conformará con la segunda posición.

Dos hermanos simpáticos y que están hechos de otra pasta. Esta vez todo han sido sonrisas en la casa de los Márquez Alentà. Y que dure, que estas alegrías son impagables.