Aunque sumar un empate contra el cuarto clasificado de la Liga siempre tiene que ser una buena noticia para un equipo que está en plena lucha por la permanencia como el Espanyol, el de hoy tiene un sabor agridulce. Y es que el combinado de Manolo González ha desperdiciado un gol inicial de Roberto Fernández, nacido de un acto de fe ciega, encajando un gol imperdonable de Sancet de córner. Una victoria habría supuesto un paso de gigante hacia el objetivo de salvarse, pero la parroquia perica, que no ve perder su equipo en casa desde octubre, tendrá que conformarse con un punto que los coloca uno por encima del Valencia, el 18.º clasificado.
Las defensas mandan en el RCDE Stadium
Bajo un solo radiante que ha propiciado un ambiente ideal para jugar a fútbol y un RCDE Stadium lleno de familias, con 26.645 espectadores en las gradas, el partido ha empezado con un ritmo muy alto. Los dos equipos han saltado al terreno de juego sin querer regalar nada y eso se ha traducido en una intensidad que no ha dado espacio a demasiadas oportunidades.
Las dos defensas han mostrado una gran solidez desde el primer minuto y eso ha propiciado que ningún delantero pudiera brillar. De hecho, el primer acto ha acabado en empate a cero. Ahora bien, en los puntos ha ganado el Espanyol. El conjunto dirigido por Manolo González ha estado más cerca de la portería rival, protagonizando la única ocasión clara de los primeros 45 minutos: un remate de cabeza en el segundo palo de Puado que no ha visto portería por pocos centímetros.
La nota negativa de esta primera parte ha sido el nuevo caso de racismo ocurrido en las gradas. Cuando todavía no se habían cumplido 20 minutos, Iñaki Williams ha denunciado al árbitro insultos racistas que ha recibido de parte del público. Cuadra Fernández ha parado el partido y ha activado el pertinente protocolo. Un nuevo episodio intolerable a la Liga española.
El RCD Espanyol condena rotundamente, de nuevo, cualquier muestra de racismo a los campos de futbol#LALIGAvsRacismo pic.twitter.com/tPtIvJnDvd
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) February 16, 2025
La fe ciega de Roberto desata la locura en Cornellà...
Así, todo tenía que decidirse en la segunda parte. Los dos equipos han vuelto del paso por los vestuarios con la misma intensidad. Cada duelo era una dura batalla. El choque era constante. Y el juego ofensivo, de nuevo escaso. Había más miedo de perder que ambición para ganar. Prueba de esto ha sido la forma en cómo ha llegado el primer gol del partido: Roberto Fernández ha creído hasta el final para robar una pelota al portero Unai Simón sobre la línea de gol y, con la misma entrada, ha enviado la pelota al fondo de la red vasca.
... pero Sancet vuelve a instaurar la calma
Curiosa ha sido la celebración del '2' perico, de nuevo imitando a Toquero, mítico exfutbolista del Athletic Club que llevaba su mismo dorsal, inusual para un delantero. Con este gol, Cornellà ha enloquecido. El público barcelonés ha pasado de la prudencia a la euforia en un abrir y cerrar de ojos, cuando nadie se lo esperaba. Quedaban poco más de 25 minutos para asegurar los tres puntos y dar un golpe sobre la mesa por la permanencia.
Sin embargo, la resistencia perica ha durado poco. Solo 10 minutos más tarde del primer gol del partido, Sancet ha recogido una pelota dentro del área a la salida de un córner y con un chute con el interior del pie ha igualado de nuevo el partido. Los últimos minutos, ya con el Espanyol sin energía, se han vivido cerca de la portería de Joan Garcia. El Athletic ha buscado el gol de la victoria de todas las maneras, pero los hombres de Manolo han mantenido el candado cerrado y han sumado un punto agridulce.