Suele pasar. Suele pasar que cuando un futbolista llega a un nuevo equipo y tarda en debutar (o en ofrecer buenas prestaciones) la prensa se le tira encima. Pasó con Arda Güler y su tardío debut con el Real Madrid y está pasando ahora con Vitor Roque y su lenta aclimatación en el FC Barcelona.
La preocupación con respecto al nuevo delantero culé se disparó cuando Xavi Hernández, con su equipo jugándose la eliminación de la Copa del Rey, decidió apostar por Marc Guiu en el lugar de Vitor Roque. Entonces, el técnico de Terrassa podría considerar que el delantero catalán era más adecuado para el equipo, pero, evidentemente, señalar el nuevo fichaje de esta manera en uno de los momentos decisivos de la temporada como lo ha sido la eliminación en la primera competición importante es un golpe muy duro para el propio jugador.
Xavi Hernández no gestionó bien la presión mediática sobre Vitor Roque
Habrá que saber como encajó Vitor Roque que un futbolista un año más joven que él como lo es Guiu fuera escogido antes, pero, sobre todo, lo que tendrá más trascendencia de aquella sustitución es la presión mediática que inmediatamente generó. Hay que recordar que por Vitor Roque se pagaron 40 millones de euros, mientras que muchas voces apuntan a los 72 totales que podría alcanzar su fichaje con la suma de las variables.
El caso es que se apostó fuerte a nivel financiero por un futbolista de futuro en un momento en que, precisamente, la capacidad para fichar del Barça no es la que el club desearía. Además, para acabar de colmar el pulso mediático en contra del Barça, Endrick, el otro futbolista brasileño llamado a ser una estrella en el futuro, vive un momento dulce y volvió a ver portería durante el Brasil-Colombia sub-23 de este pasado sábado.
La canarinha se llevó el triunfo para dilapidar las esperanzas de la selección cafetera de seguir pasando de ronda. Endrick fue quien abrió el marcador y, como no podría ser de otra manera, se ha comparado su aportación en los últimos partidos. A Roque le está costando aclimatarse en un momento en que el Barça necesita, como nunca, frescura a la hora de atacar e ideas nuevas. Con todo, hay que recordar que solo tiene 18 años y que no hace ni un mes que llegó de su Brasil natal a un fútbol mucho más exigente como lo es el europeo.