El miedo político de Turquía ya hace tiempo que está presente en la NBA. Enes Kanter, jugador de los New York Knicks con nacionalidad turca, es la cara visible. Su sinceridad y libertad a la hora de expresarse lo ha llevado a una situación límite.
La NBA ya hace tiempo que cada temporada disputa un partido de temporada regular en el pabellón O2 de Londres. Es una forma de vender el producto internacionalmente y las instalaciones allí son óptimas. Esta temporada, el partido es un New York Knicks-Washington Wizards el 17 de enero, pero Kanter ya ha dicho que no viajará: ¿"La razón? Política. He hablado con la franquicia y por desgracia no podré hacer el viaje a Londres por culpa de aquel maldito loco, el presidente de Turquía Tayyip Erdogan. Si viajo está la posibilidad de que me maten. Tiene muchos espías allí".
Sin pasaporte
Kanter ya perdió la condición de turco el año pasado cuando las autoridades turcas le revocaron el pasaporte y emitieron una orden de arresto. Lo detuvieron en Rumania después de huir de Indonesia cuando lo tildaron de "personaje peligroso" mientras entrenaba en un campus de verano. Unos días antes, Kanter había bautizado a Erdogan como "el Hitler de este siglo" por sus actos en Turquia. Después de horas de conflicto en Bucarest porque ya le habían bloqueado el pasaporte, el jugador pudo volar hasta los Estados Unidos vía Londres. "Quiero ser norteamericano. Ahora es mi casa", decía el entonces pívot de los Thunder después de la experiencia.
"Recibo amenazas de muerte constantemente, Erdogan piensa que la libertad de expresión es peligrosa", explicaba después del incidente en Indonesia. "Quien contacta conmigo va a la prisión. ¿Si hace eso conmigo, que juego en la NBA, qué no le hará al resto de la gente"?, se preguntaba el turco.