El FC Barcelona logró una victoria contundente en Mestalla ante el Valencia (0-5), asegurando su pase a las semifinales de la Copa del Rey en un partido que quedó sentenciado en apenas 30 minutos. Sin embargo, a pesar de la euforia por el resultado, dentro del vestuario hay un creciente malestar con Hansi Flick por algunas decisiones que tomó durante el encuentro.
Uno de los focos del descontento fue la gestión de los cambios, en especial la situación de Pablo Torre, quien no disputó ni un solo minuto a pesar de que el partido estaba completamente controlado. El mediocampista cántabro esperaba tener más oportunidades, especialmente en un duelo como este, donde el equipo ya ganaba 0-4 en la primera parte.
Un vestuario molesto
La decisión de Flick de mantener a los titulares más tiempo del necesario generó sorpresa en el vestuario. Algunos jugadores consideran que era una oportunidad ideal para dar minutos a los menos habituales, sobre todo a Pablo Torre, quien cuenta con el apoyo de varios compañeros que creen que se merece más protagonismo.
Uno de los detalles que más molestó fue que Lamine Yamal jugó los 90 minutos completos, algo innecesario teniendo en cuenta el marcador y la carga física del joven de 17 años. Mientras tanto, Pablo Torre, que ha demostrado su calidad en las pocas oportunidades que ha tenido, no tuvo ni un solo minuto. Para muchos dentro del equipo, esta gestión fue difícil de entender y generó cierto malestar.
Tras el partido, Pablo Torre se mostró visiblemente molesto, con gesto serio y sin participar demasiado en la celebración con el resto del equipo. Fuentes cercanas al vestuario aseguran que el joven centrocampista esperaba jugar y que la decisión de Flick le ha afectado.
Flick y su política con los jóvenes
Desde su llegada, Hansi Flick ha demostrado que tiene claras sus prioridades. Su apuesta principal ha sido Pau Cubarsí y Lamine Yamal, dos jugadores que han respondido con grandes actuaciones. Sin embargo, otros jóvenes como Pablo Torre o Héctor Fort han contado con menos oportunidades y han tenido que conformarse con minutos residuales.
En el caso de Pablo Torre, su falta de minutos empieza a generar un problema de gestión para Flick. El jugador regresó de su cesión con la esperanza de tener un rol más importante, pero hasta ahora no ha sido así. El enfado del vestuario no es solo por este partido, sino por una sensación generalizada de que Torre merece más oportunidades.
¿Futuro incierto para Pablo Torre?
Si la situación no cambia en los próximos meses, Pablo Torre podría valorar una salida en verano. A pesar de su talento, Flick parece no contar demasiado con él, lo que podría llevar al jugador a buscar otro destino donde pueda seguir creciendo y tener continuidad.
Por ahora, el Barça sigue en la pelea por los títulos y Flick sigue firme en sus decisiones. Sin embargo, la gestión del vestuario es clave en un equipo de élite, y si el malestar crece, podría convertirse en un problema real para el técnico alemán.