La remontada del FC Barcelona ante el Celta de Vigo, culminada con un agónico 4-3 en el último suspiro, dejó mucho más que una victoria y tres puntos. Pese a la alegría colectiva por mantener el liderato en LaLiga, en el vestuario azulgrana se coció una tensión creciente. La gestión de los cambios por parte de Hansi Flick no gustó a varios jugadores, y eso ha generado un enfado generalizado que comienza a ser un síntoma preocupante en el seno del equipo.

El primer en mostrar su descontento fue Ferran Torres, autor del primer tanto del Barça. El valenciano fue sustituido en el minuto 59, justo cuando mejor se estaba sintiendo sobre el césped. Al abandonar el campo, su gesto fue claro: rostro serio, sin saludar al cuerpo técnico, y directo al banquillo sin mirar atrás. Ferran sentía que podía aportar más, especialmente en un partido tan abierto, y no entendió la decisión de Flick.

Más visible aún fue el cabreo de Ansu Fati, quien ni siquiera llegó a entrar en el terreno de juego. Estuvo calentando durante gran parte de la segunda parte, y al ver que se agotaban los cinco cambios sin contar con él, la frustración explotó. Al finalizar el encuentro, pateó una nevera portátil, lanzó el peto al suelo con rabia y se marchó al vestuario sin mirar a nadie. Ansu sabe que está en el alambre y que, cada vez más, su futuro parece alejado del Camp Nou.

Hèctor Fort defensa durant el Barça - Rayo Vallecano / Foto: Europa Press
Hèctor Fort defensa durant el Barça - Rayo Vallecano / Foto: Europa Press

Pero no fueron los únicos. Héctor Fort, otro de los jóvenes de la cantera que viene luchando por minutos, también protagonizó una escena de tensión. El lateral derecho, suplente habitual de Koundé, mostró su enfado al no recibir ni un solo minuto. Al término del partido, cuando Flick iba saludando a sus jugadores, Fort evitó el abrazo, con un gesto de desaprobación. Testigos presenciales aseguran que el alemán intentó calmar la situación hablándole al oído, pero Fort no escondió su malestar.

Minutos que no llegan

Lo de Héctor Fort no es nuevo. Pese a la plaga de lesiones en defensa que ha sufrido el Barça esta temporada, el joven canterano apenas ha disputado 480 minutos de los 4.590 posibles. Ha participado en 15 partidos, con presencia testimonial en la Champions League (27 minutos en total) y en LaLiga no ha jugado ni un solo minuto en los últimos seis encuentros. Su caso empieza a ser preocupante, sobre todo porque en los entrenamientos está respondiendo con actitud y buen rendimiento, pero sigue sin recibir oportunidades reales.

Lamine Yamal i Hèctor Fort   Instagram
Lamine Yamal i Hèctor Fort Instagram

Flick, en el punto de mira

La situación empieza a encender algunas alarmas. Flick está apostando por un bloque muy definido y no parece dispuesto a rotar salvo por necesidad. Aunque su idea es clara y ha traído resultados, la falta de minutos para jugadores importantes del banquillo puede derivar en una fractura interna si no se gestiona correctamente. La plantilla es amplia, con talento emergente y perfiles que necesitan continuidad para crecer. Si no se sienten parte del proyecto, el malestar puede ir en aumento.

Desde el club se sigue confiando en el proyecto deportivo y en la dirección del técnico alemán, pero episodios como el vivido ante el Celta evidencian que la gestión emocional del grupo será clave de aquí a final de temporada. El resultado fue positivo, pero los gestos de Ansu, Ferran y Fort son una advertencia: no todo está tan en calma como parece en Can Barça.