El fútbol ha pasado a un segundo término en el Nuevo Mirandilla a partir del minuto 81 del Cádiz-Barça. Un aficionado ha sufrido un problema médico grave, por lo que el partido se ha parado, con los jugadores sin saber muy bien el motivo. La noticia ha corrido como la pólvora, mientras los médicos de ambos equipos corrían a la zona donde se encontraba el afectado.
Una de las imágenes del partido ha sido la de Ledesma, portero del Cádiz, llevando un desfibrilador a toda prisa. Otra, la de Araujo rezando en el centro del campo. A medida que pasaban los minutos, la preocupación iba en aumento, pues nadie sabía muy bien lo que estaba sucediendo. Poco después, ha sido José Mari, otro jugador del Cádiz, el que ayudaba al personal sanitario a llevar una camilla para acelerar la evacuación de la persona afectada.
Logran estabilizar al enfermo
Después de varios minutos de angustia, el árbitro, Del Cerro Grande, ha decidido que los jugadores se retiraran a los vestuarios. El partido quedaba parado, con el rumor de que podría suspenderse en cualquier momento. "Se reanimaba, se volvía a caer, pero al final han conseguido estabilizarlo", ha explicado a la Cadena COPE Manuel Vizcaíno, el presidente del Cádiz. Al final, los médicos han logrado estabilizar al aficionado, al que se han llevado a un centro hospitalario entre los aplausos del público que permanecía en el estadio. "Ha recuperado el pulso y se lo han llevado en ambulancia", ha añadido el dirigente.
"Ha sido una situación muy desagradable para todos. Por suerte parece que está sano y le deseamos una recuperación rápida. Todas las partes hemos decidido reanudar el partido", ha manifestado Xavi Hernández al acabar el partido. "La vida está por encima. Esperemos que se recupere pronto. El fútbol es para que la gente lo disfrute", ha afirmado, por su parte, Sergio González, entrenador del Cádiz.
Un segundo susto y se reanuda el partido
El susto, sin embargo, no ha acabado ahí, pues justo cuando se estaban llevando a la persona afectada, se ha producido otro incidente, en la tribuna. De nuevo se ha vivido un momento de pánico, con policías y personal sanitario corriendo. En esta ocasión, una persona ha sufrido una bajada de tensión, una dolencia que se ha recuperado rápido, permitiendo que fuera volviendo todo a la normalidad.
Resueltas las dos situaciones de emergencia de forma positiva, ambos clubes y el árbitro han decidido que lo mejor era finalizar el partido, teniendo en cuenta que solo quedaban por delante 9 minutos. Los jugadores han vuelto al terreno de juego, para calentar, y a las 21:05h ha vuelto a rodar el balón. Han sido 12 minutos, sumando el descuento, en los que el Barça ha marcado dos goles. Ni Ansu Fati ni Dembélé los han celebrado, por respeto a lo sucedido.