La eliminación del Barça contra el Paris Saint-Germain en cuartos de final de la Champions League ha provocado que no se hable tanto del fracaso del Atlético de Madrid. Aunque eran considerados como favoritos, el Borussia Dortmund pudo superar a los de Diego Pablo Simeone, y accedió a semifinales por primera vez desde 2013, cuando consiguieron llegar a la final, en la cual perdieron frente al Bayern de Múnich. Y los rojiblancos dejaron una imagen muy pobre.
Se vieron superados por el ambiente que había en el Signal Iduna Park, y en todo momento dieron la sensación de no encontrarse cómodos sobre el terreno de juego. Enrique Cerezo acabó muy decepcionado, y en especial señaló a tres jugadores por el desastre. El primero es Álvaro Morata, que comenzó la campaña a un gran nivel, pero ha bajado sus prestaciones considerablemente. Y atraviesa una sequía de cara a puerta que es preocupante.
Contra los alemanes, tuvo una oportunidad magnífica para dejar muy encarrilada la eliminatoria, y se quedó solo contra Gregor Kobel, cuando aún ni siquiera se habían disputado los 10 primeros minutos. Pero inexplicablemente, definió de forma horrible, y la pelota salió fuera del terreno de juego. Sin duda, este gol podría haber cambiado mucho la dinámica del partido. Y en el Civitas Metropolitano han podido comprobar que necesitan a un nuevo ‘9’, que complemente a Antoine Griezmann en el ataque.
Aunque, sin ningún tipo de discusión, fue Nahuel Molina quien tuvo el dudoso honor de ser elegido como el peor jugador del partido. ‘El Cholo’ volvió a insistir en su compatriota, aunque se encuentre muy lejos de su mejor versión. Un experimento que en la ida funcionó, pero que fue un desastre en la vuelta. Por su banda llegaron prácticamente todas las jugadas de peligro, y se vio totalmente superado por Jadon Sancho, Karim Adeyemi, Ian Maatsen y Julian Brandt.
La paciencia con el campeón del Mundial de Qatar comienza a agotarse, y su crédito es nulo. Cerezo ya está pensando en venderlo, para firmar a un nuevo lateral.
Rodrigo de Paul, una decepción que nunca acaba
Y tampoco se salva el otro internacional argentino del Atleti, Rodrigo de Paul. Llegó como una de las estrellas de la Serie A, y por petición de Simeone, pero no ha sido capaz de justificar las expectativas que generó.
Contra el BVB perdió muchos balones, estuvo desaparecido, y no cumplió con sus responsabilidades defensivas. Es lógico que la gente se pregunte por qué jugó él, antes que Pablo Barrios, Saúl Ñíguez o Rodrigo Riquelme.