El Barça está en un my buen momento de confianza. Xavi Hernández ha conseguido crear un once de gala con el que se siente cómodo y que utlliza en los partidos grandes. Sin ir más lejos, contra la Real Sociedad en la Copa del Rey. Ter Stegen en la portería, con una defensa formada por Jules Koundé y Alejandro Balde en los laterales y Araujo y Christensen en el eje de la zaga. En el centro del campo, Busquets como medio centro, escoltado por Frenkie de Jong y Pedri en los interiores y Gavi un poco escorado a la izquierda y Dembélé, en la derecha, con Lewandowski por el centro del ataque.
Eric Garcia es el quinto central del Barça
Esto hace que sea difícil entrar en los planes de Xavi Hernández para aquellos jugadores que han perdido su puesto en detrimento de algunos compañeros que están en un mejor momento de forma. Uno de los casos más evidentes de ello es el de Eric Garcia. El central ha ido perdiendo protagonismo hasta convertirse en el quinto central del equipo. Araujo y Christensen son la pareja de titulares, sin olvidar que Koundé, que es central, juega en el lateral derecho.
Después de estos tres aparece Marcos Alonso, un lateral izquierdo reconvertido tras el overbooking en la banda con Balde y Alba. Así pues, Eric está en una situación complicada, pero no es ni mucho menos el único. Tal como explica Don Balón, hay otros cuatro jugadores en un contexto muy parecido, y que habrían recibido un ultimátum por parte del club para que aumentaran sus prestaciones. También en la defensa, Héctor Bellerín lo tiene muy complicado para seguir en el club la temporada que viene, después de estar muy flojo cuando ha tenido la oportunidad de jugar.
En el Barça ya ponen la lupa sobre ellos
En esa misma posición, Sergi Roberto no ha estado mucho mejor, lo que ha provocado que, además de por alguna lesión, hayan pasado por ahí Alejandro Balde o Koundé, que ahora es fijo. Pasando al centro del campo Franck Kessie es el único suplente de la primera plantilla cuando Xavi juega con cuatro en el medio, pero ni eso ha impedido que el club haya buscado algún intercambio con Brozovic o se haya estudiado su traspaso. No saldrá en enero, pero debe mejorar y adaptarse más al estilo para que no le vendan en verano.
Por último, en la línea de ataque preocupa el caso de Raphinha. El brasileño no se acerca ni por asomo a la electricidad o la alegría jugando que mostraba en el Leeds y que le valió su fichaje por el Barça. Cuando juega se le ve con miedo y falto de confianza, lo que empieza a levantar serias dudas sobre si le queda grande el Camp Nou. Todos ellos saben que los observan con lupa, como también sucede por ejemplo con Ferran Torres o Jordi Alba.