Días más tarde de desprestigiar el proyecto encabezado por Florentino Pérez de la Superliga en nombre de la Asociación de Clubes Europeos (ECA), institución de la cual es el presidente, y de criticar las palancas económicas del Barça, Al-Khelaïfi ha vuelto a ser protagonista de la actualidad, generando el escándalo de la semana en Francia.
Nasser Al-Khleaïfi, una de las caras públicas de más interés, ha sido vinculado los últimos días a un caso de secuestro y extorsión del año 2020, cuando un empresario argelino entró en prisión a causa de la influencia del presidente del Paris Sain-Germain.
El diario Libération publicó este jueves un trabajo de investigación sobre Al-Khelaïfi y sobre los hechos que lo sitúan en el núcleo de la noticia, a quién se lo acusa de haber metido en prisión al empresario, que se llama Tayeb B., y que ha hecho saber al medio francés que su detención habría sido ordenada por el emir del Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, que es, además, el propietario del PSG.
Tayeb B. disponía de información que comprometía a Al-Khleaïfi
El empresario argelino fue detenido el pasado 13 de enero de 2020 en Qatar y encarcelado hasta el día 1 de noviembre del mismo año. Tayeb B. tenía supuestamente documentos en los cuales aparecería el nombre de Al-Khelaïfi como uno de los implicados en la polémica y cuestionada elección de Qatar como la sede del Mundial de 2022 (que empieza a partir del 20 de noviembre).
Siguiendo el hilo de la noticia, el presidente del PSG hizo que la víctima acabara en prisión como una estrategia para ocultar esta información de la que disponía Tayeb B. en una serie de documentos, entre los cuales se incluye un lápiz USB con múltiples archivos, bajo los cuales le había presionado el Estado de Qatar para que revelara todo.
La víctima acabó cediendo bajo una intensa presión psicológica
El empresario no fue liberado hasta que no entregó todos los documentos que atentaban la reputación de Nasser Al-Khelaïfi (y los cuales podrían haberlo puesto en problemas). Los abogados del dirigente del PSG consiguieron extraer los documentos en cuestión mediante un acuerdo confidencial.
Al-Khelaïfi, después de las declaraciones del empresario (que tiene 41 años y vivía en Qatar con su mujer y sus hijos), está gravemente acusado de haber estado implicado en tráficos crapulosos, secuestros, torturas y chantajes criminales.