En Turín aplaudieron cuando vieron como los dirigentes de la Juventus lograban colocar a Miralem Pjanic en el Barça. El bosnio, cada vez menos competitivo, había perdido la titularidad, por lo que la noticia de que se iba al Barça a cambio de Arthur Melo fue celebrada como una operación histórica.

Lo que no sabían en ese momento en la capital del Piamonte es que la misma fiesta interna se estaba celebrando en Barcelona, pues era evidente de que Arthur Melo, aun y su juventud, había decidido apostar por la vida extradeportiva antes de por intentar convertirse en uno de los mejores centrocampistas del mundo. Poco más de un año después, Arthur no juega en Juventus, mientras que Pjanic se ha tenido que ir cedido a Turquía para poder jugar.

Arthur Melo Juventus Roma Europa Press

Arthur Melo juega muy poco en la Juventus / Europa Press

Cuando era "el nuevo Xavi"

Cuando llegó al Barça le llamaron "el nuevo Xavi", pues sobre el terreno de juego tenía tics que recordaban al actual entrenador blaugrana. Para el recuerdo quedará aquel impresionante Tottenham-Barça en el que Arthur firmó, junto a Messi, una auténtica exhibición. Ya entonces se sabía que al brasileño le gustaba la noche, pues siendo jugador de Gremio ya había viajado a Barcelona para salir a cenar y a bailar con su amigo Neymar.

A pesar de esos informes desfavorables, la realidad es que futbolísticamente no había dudas de que Arthur lo tenía todo para ser uno de los mejores centrocampistas de creación del mundo. En el Barça pensaron que lo podrían reconducir, que todo se debía a los pecados de juventud, por lo que su fichaje era prioritario.

Arthur Melo Josep Maria Bartomeu Barça Efe

Arthur, con Josep Maria Bartomeu / EFE

La noche confunde a Arthur

Arthur Melo, sin embargo, no cambió. Siguió apostando por conocer la noche barcelonesa, unas escapadas nocturnas que empezaron a llegar a oídos del club. Finalmente, todo petó por los aires al publicarse que dos días antes de un Barça-Madrid Arthur viajó a París para asistir al cumpleaños de Neymar. “Me equivoqué al ir a esa fiesta y asumo mi responsabilidad”, afirmó el futbolista, viéndose acorralado por la opinión pública y la afición. A todo ello se unió una escapada a Andorra, para practicar snowboard estando de baja por una pubalgia. 

De hecho, por aquellos tiempos empezó a circular un rumor que afirmaba que Arthur no estaba de baja por la pubalgia, sino por otros problemas, aunque el rumor nunca llegó a pasar de ahí. Finalmente, el Barça se hartó de Arthur y decidió buscarle una salida. El club comprador fue la Juventus, pero la operación oscura, hasta el punto de estar siendo investigada en estos momentos por la Guardia di Finanza, el cuerpo de policía militar que depende del ministerio de Economía de Italia. Sobre el papel, Arthur llegó a la Juventus de Turín por 72 millones de euros y Pjanic aterrizó en el Camp Nou por 60. Aparentemente, Josep Maria Bartomeu y el Barça sacaban 12 millones de euros de rédito de la compraventa, pero el quid de la cuestión reside en el interés a corto plazo que motivó a las altas esferas de los dos clubs en llevar a cabo los fichajes.

 

Imagen principal: Neymar, en un partido del PSG / EFE