España se impone a una Argentina que fue de más a menos por 81-71. El equipo de Sergio Scariolo supo sufrir cuando los argentinos apretaron los dientes y dominó el partido cuando la energía de los sudamericanos bajó considerablemente. La gran figura del partido fue Ricky Rubio, el genio de El Masnou estuvo muy activo, tanto en ataque como en defensa, dominando el partido y haciendo jugar a sus compañeros, además estuvo fino en sus lanzamientos y sus 26 puntos así lo demuestran.
España segura su clasificación a los cuartos de final y se jugará el primer puesto del grupo en la siguiente jornada ante Eslovenia, otra de las favoritas para llevarse una medalla y actual campeona de Europa.
Inicio frenético de Argentina
El partido empezó siendo dominado por la selección argentina, los sudamericanos sabían que debían ganar tras la dura derrota ante la Eslovenia de Luka Doncic y fueron a por el partido desde el primer momento. Laprovittola, el nuevo fichaje del Barça, estuvo muy acertado en los lanzamientos de tres puntos.
Con el paso de los minutos España mejoró mucho, Ricky Rubio se hizo con el control del partido y el equipo de Sergio Scariolo creció en torno a la figura del base de El Masnou. El número 9 de la selección española sufrió un golpe en la cara producto de la dura defensa de los argentinos que no sabían cómo parar al exterior de los Minnesota Timberwolves.
España supo carburar y se puso por delante al final del segundo cuarto, de esta manera, los de Scariolo se marcharon al descanso por delante por 40-34. La implicación defensiva de la selección española fue clave para frenar a un Facundo Campazzo que llegaba a estos Juegos como la gran estrella de los argentinos tras su primera campaña en los Denver Nuggets.
Ricky lideró a España
España estaba mandando en el marcador en una gran actuación coral de los chicos de Scariolo, pese a ello, la figura de Ricky Rubio siguió brillando. El habilidoso base catalán dominó el ritmo del partido a su antojo, contagiando a sus compañeros que estuvieron muy concentrados en todo momento, sin dejar que Argentina se metiera en el partido.
El madridista Sergi Llull también tuvo una actuación muy destacada, ayudó a Ricky en la dirección de juego y estuvo letal en sus lanzamientos, pero no fue un partido de individualidades, España realizó un partido muy serio en general, no desentonó ningún jugador y brillaron en una faceta clave para este tipo de torneos, la implicación defensiva. Las ayudas eran constantes y, mayoritariamente, bien ejecutadas, haciendo que los jugadores de Argentina no tuviesen opciones sencillas de encestar.
Facundo Campazzo no terminó el partido al hacer 5 faltas, la frustración del base argentino era evidente ante la superioridad total de la selección española que dejó un último cuarto muy entretenido en el que se divirtió ante una Argentina rota.