En 2004, la España más casposa hizo todo lo posible para que la selección catalana de hockey patines no participara en el Mundial de Macau. 21 años después, nada ha cambiado, como se está demostrando con la pelota vasca. El pasado mes de diciembre, la Federación Internacional de Pelota Vasca, formada por catorce países, reconoció oficialmente a la selección de Euskadi, a propuesta de la federación argentina, una asamblea a la que no acudió la Federación Española de Pelota (FEPelota).
El reconocimiento —un hito histórico— se pudo llevar a cabo gracias a la nueva Ley del Deporte, aprobada en noviembre de 2022 con el apoyo del soberanismo vasco. La norma incluye la promoción de Euskadi en el ámbito deportivo y cultural y permite que las federaciones autonómicas puedan participar en competiciones internacionales si la federación internacional lo permite y se trata de deportes con arraigo histórico y social en ese territorio. A pesar de ello, la federación española de pelota vasca recurrió la decisión y desde las altas esferas se empezaron a mover los hilos. ¿El objetivo? Dinamitar el reconocimiento y evitar que Euskadi pueda participar en la Liga de Naciones, que empieza el 31 de mayo.

Recurso en el TAS para que la asamblea sea considerada inválida
El caso está en estos momentos en el Tribunal del Arbitraje del Deporte (TAS), que deberá decidir si el reconocimiento de Euskadi como nación con pleno derecho para participar internacionalmente y de forma oficial es o no legal. Con la nueva ley en la mano, parece obvio que sí lo es, por lo que el avispero no ha tardado en moverse. De hecho, la federación española afirma que el recurso no es en contra de la decisión, sino en contra de la asamblea en la que se adoptó.
"El recurso que presentamos en Lausana lo que cuestiona es la validez de esa asamblea, porque creemos que se produjeron serias irregularidades", ha afirmado Javier Conde, presidente de la FEPelota, al diario Marca.

El CSD defiende la Ley del Deporte e intenta rebajar tensiones
Mientras el TAS decide, el caso ha llegado al Consejo Superior de Deportes (CSD), que debe mediar. José Manuel Uribes, su presidente, no quiere que la sangre llegue al río, por lo que ha lanzado un mensaje para defender la nueva Ley del Deporte. "La pelota vasca no es un deporte español en el sentido de que se practique en toda España. Se tiene que canalizar a través de federaciones que han recogido esa práctica". Uribes, además, ha querido rebajar la tensión, recordando los casos de la pelota valenciana o la lucha canaria, movimientos que no originaron tanto alboroto al no estar involucrados Euskadi o Catalunya.
De hecho, la reunión prevista para este jueves, en la que existía el riesgo de ruptura total —con la FEPelota saliendo de la Federación Internacional— se ha acabado cancelando. "Hemos pensado que hasta que no esté madura esa voluntad de entendimiento era mejor no dar pasos en falso, que se ha dramatizado en exceso".