Victoria más sufrida de lo esperado para España contra Uzbekistán (1-2). En su debut en los Juegos Olímpicos de París, los hombres de Santi Denia han tenido que sudar la gota gorda para poder superar a un combativo conjunto asiático, que se ha mostrado como una sorpresa tanto en ataque como en defensa. Exceptuando los primeros minutos del segundo tiempo, dominados para los españoles, el duelo ha sido siempre igualado, con Uzbekistán intimidando en varias ocasiones la portería de Arnau Tenas. De hecho, el partido se ha marchado al descanso con un 1-1, sellado a través de los goles de Marc Pubill (min.29) y Shomurodov de penalti (min.45+1). Sin embargo, un gol de Sergio Goméz (min.62), que había errado una pena máxima tres minutos antes, ha sido suficiente para decantar el partido y sumar los tres primeros puntos del grupo.
Inicio con dudas para España
La selección española dirigida por Santi Denia encaraba su primer partido en este camino olímpico con un claro papel de favorito. De hecho, es una de las rivales a batir en esta carrera hacia el oro. Junto con Francia y Argentina, que también debutan en esta primera jornada de los Juegos Olímpicos, España cuenta con una de las plantillas más completas, con muchos nombres que ya están asentados en la máxima élite. Los tres 'grandes' que ha convocado Denia son Abel Ruiz, nuevo delantero del Girona, Juan Miranda y Sergio Gómez; pero en el equipo también hay otros futbolistas jóvenes de primer nivel, como Pau Cubarsí, Eric Garcia, Arnau Tenas o Àlex Baena.
Sin embargo, a pesar de esta aparente superioridad, el inicio del partido ha sido marcado por la igualdad. Uzbekistán, una de las selecciones más inesperadas de estos Juegos, ha saltado al terreno de juego del Parque de los Príncipes mostrando una cara sorprendentemente sólida. Muy intensa en defensa, era capaz de neutralizar cada ataque español. Y a la contra, siempre encontraba algún agujero para escaparse e intimidar la tranquilidad de Arnau Tenas. Solo le faltaba acertar en el último pase para acabar de hacer daño.
La pelota parada regala un 1-1 al descanso
Por otra parte, España se encontraba desorientada. Abel Ruiz estaba demasiado solo en la punta de ataque y los jugadores más hábiles del equipo no encontraban el agujero para incidir. Así y todo, las cosas han cambiado al ecuador del primer tiempo. Después de una falta lateral forzada por Fermín López, Marc Pubill, con una volea en el segundo palo, ha anotado el primer gol olímpico de esta selección (0-1, min. 29). La experiencia y el talento se estaban imponiendo por encima de la entrega y la intensidad.
Ahora bien, la diana del defensa catalán no ha virado el rumbo del partido. De hecho, ha generado una sensación de comodidad en la selección española que ha dado alas a Uzbekistán para intentarlo con más insistencia. Y cuando el partido estaba destinado a marcharse al descanso con ventaja española, Pau Cubarsí ha cometido un penalti que Shomurodov, el mejor jugador de los asiáticos, ha transformado con un chute cruzado que alimentaba las dudas en la selección de Santi Denia (1-1, min- 45+1).
Sergio Gómez, una de cal y una de arena
Ante de este escenario, el seleccionador albaceteño ha decidido actuar al descanso. Jon Pacheco ha entrado en el lugar de Cubarsí, que tenía una amarilla, y Fermín López ha empezado a jugar más cerca del área. Los laterales, también con una actitud más ofensiva, cargando el área constantemente. Todo eso se ha traducido en un contexto de partito en que las llegadas de España eran una constante. Y en pocos minutos, Aimar Oroz ha provocado un penalti gracias a un buen recorte dentro del área. El encargado de ejecutar el lanzamiento ha sido Sergio Gómez, uno de los 'veteranos', pero la suerte no ha estado de su lado: chute central que ha sido rechazado de forma espectacular por Nematov.
El partido había virado por completo y la parada del portero de Uzbekistán solo ha servido para alargar lo inevitable. Y es que solo tres minutos más tarde, Sergio Gómez se ha rehecho de su error, culminando una gran jugada trenzada entre Abel Ruiz y Juan Miranda para volver a adelantar a España en el marcador (1-2, min.62). Un golpe que, ahora sí, ya parecía definitivo. Los asiáticos han quedado muy tocados, sin energía para levantarse e intentar el empate. España ha mantenido su dominio, ahora con más y sin tanta verticalidad, y eso le ha permitido sumar los tres primeros puntos del grupo. Una victoria más trabajada del esperado, pero que sirve para coger confianza.