LaLiga Hypermotion se está convirtiendo en toda una mar encrespada para el barco del Espanyol. A pesar de llevar colgado el cartel de favoritos desde inicio de temporada, los periquitos no consiguen alzar el vuelo y despegarse de sus perseguidores en una categoría que siempre es dura. De hecho, pasado el ecuador de la competición, aún nadie puede hablar con seguridad de ascensos directos o play-offs: solo hay 10 puntos de diferencia entre el primero y el doceavo clasificado.
Inicialmente, el Real Zaragoza arrancó muy fuerte y tomó el liderato de una segunda división loca hasta la jornada 8. Desde ese momento, Leganés y Espanyol se fueron alternando el liderato (con una pequeña aparición del Tenerife, que encabezó la categoría tras la décima jornada) hasta que los madrileños se asentaron en la jornada 12. Desde entonces han pasado 17 jornadas más en las que el conjunto pepinero no se ha movido de la cabeza de la clasificación, mientras que los periquitos siguen buscando la manera de asaltar un liderato que se les escapa.
El Espanyol, ni está ni se le espera
El propio director deportivo Fran Garagarza ya avisó a inicio de temporada de que vendrían olas y tocaría sacar los remos. Y es que, más allá de los resultados y por mucho que remen sus aficionados, el Espanyol da la sensación de que ni está, ni se le espera para liderar la categoría. Y a pesar del precipitado cambio para capitanear el barco tras la jornada 14 (Luis Miguel Ramis tomó las riendas del equipo tras la destitución de Luis García), el equipo no ha conseguido despertar en ningún aspecto.
Ramis llegaba al banquillo de Cornellà con la etiqueta de ser un entrenador de un corte más defensivo y conservador. Sin embargo, la realidad es que el equipo ha concedido 17 goles en 15 partidos y solo ha podido cosechar 6 victorias. ¿Realmente mejora las cifras de Luis García? La verdad es que no: el técnico asturiano fue cesado tras ganar 7 de los 14 partidos que dirigió al combinado blanquiazul en segunda división. Pero, lo peor, es que con este cambio el equipo ha dejado de ser protagonista y propositivo con el balón para convertirse en un conjunto que muchos tacharían incluso de "aburrido".
Los pericos desperdician demasiadas oportunidades
Y es que, más allá de los números, lo que realmente preocupa al aficionado perico son las sensaciones de un equipo que ha perdido su instinto goleador, que encaja fácil y que es prácticamente inofensivo lejos de su feudo. De hecho, el gran reto que tiene el Espanyol por delante es mejorar su faceta como visitante en este tramo final de temporada. A lo largo de la campaña solo ha conseguido ganar 4 partidos como visitante: Mirandés, Levante, Cartagena y, milagrosamente, Eibar. Con el subidón anímico que suponía la victoria en Ipurua, el partido contra el Huesca estaba marcado en rojo en el calendario. A dos puntos del liderato y en una jornada donde Leganés (primero) y Eibar (tercero) se enfrentaban entre ellos, el Espanyol no podía fallar. Sin embargo, los de Ramis volvieron a desperdiciar una oportunidad de oro.
Las jornadas pasan y el tiempo se acaba para los blanquiazules en una categoría donde hace apenas dos temporadas consiguieron navegar tranquilamente y acabar en lo más alto. Aquella tripulación, eso sí, contaba con el Pichichi y el Zamora de la competición (RDT y Diego López). Además, estaba liderado por un Vicente Moreno al que, quizás, muchos incluso empiecen a echar de menos. Ahora, los de Ramis encaran un tramo final de temporada donde tendrán que remar y mucho si no quieren hundirse y de verdad desean salir del barro de segunda división.