El Espanyol ha caído derrotado nuevamente en casa ante el Leganés (0-1). Los dos equipos, dignos candidatos al descenso, han demostrado porqué ocupan las dos últimas posiciones de la clasificación de la Liga Santander. Un juego tremendamente aburrido y un gol de Jonathan Silva en la segunda parte han sido los aspectos más destacados de un partido que deja al Espanyol prácticamente en Segunda División.
Juego soporífero
Lavar los platos, planchar la ropa, sacar el polvo de los muebles... No, no estamos diciendo la lista de tareas para hacer en casa, sino cosas más interesantes que hacer antes que ver la primera parte del partido. Sabiendo lo que se jugaban en el campo, ninguno de los dos ha arriesgado mucho y la frase "mucho toque, poco juego" sería la más adecuada para definir el nefasto espectáculo. Ni una sola ocasión de peligro por parte de los dos equipos, pocas jugadas bien enlazadas... un desastre.
Ni Raúl de Tomás, la única esperanza del equipo blanquiazul, ha llegado a disparar a puerta. De hecho, lo más destacado que ha hecho en los primeros 45 minutos ha sido marearse después de una falta, ya sea por el calor o por el esfuerzo titánico que están haciendo los jugadores en la carrera en que se está convirtiendo el final de Liga.
Lo único que se podría considerar como peligro por parte de los pericos sería un remate de Wu Lei en el corazón del área, pero el cabezazo del chino no se ha dirigido ni a la portería rival. Al fin y al cabo, un juego digno de Segunda División.
El Espanyol, prácticamente en Segunda
La segunda parte ha arrancado diferente. Cuanto menos, ha empezado con una ocasión de peligro, que ya era un hecho a celebrar teniendo en cuenta los anteriores 45 minutos. Embarba ha marcado un gol a los dos minutos de la segunda parte, pero este ha sido anulado por un fuera de juego previo de Sergi Darder.
El Leganés, que estaba siendo mejor (todo lo que se puede considerar como mejor en un partido como este), ha aprovechado su ocasión más clara para perforar la portería de Diego López. Jonathan Silva ha aprovechado un centro desde la mitad del campo para ganar la espalda de la defensa blanquiazul y batir al portero perico.
A partir de aquí, poca cosa. RDT todavía ha podido saborear el placer de marcar, pero el fuera de juego ha anulado nuevamente la opción perica de empatar el partido. Ya al final del partido, Calleri ha sido expulsado por protestar.
El Espanyol ha sumado la 21ª derrota en Liga, unos resultados injustificables con la inversión realizada por el club y que dejan visto para sentencia su descenso, que podría darse la próxima jornada en el partido contra el Barça. El morbo está servido.