La temporada 2024/25 de LaLiga EA Sports  ya ha arrancado y este lunes le llega el turno al RCD Espanyol. Los blanquiazules redebutarán en Primera División visitando el Estadio José Zorrilla para su estreno liguero en el partido contra el Real Valladolid. A pesar de la ilusión del retorno a la máxima categoría del fútbol español y de las ansias de volver a frecuentar la zona noble de la clasificación, los periquitos deben tocar con los pies en el suelo antes de volver a volar por Europa. De momento, el objetivo es claro: certificar la permanencia y volver a asentarse en una categoría que conocen de sobras.

Sin embargo, no será tarea fácil, ya que la propiedad no está por la labor de facilitar el trabajo de un Fran Garagarza que, hasta el momento, ha podido cerrar seis incorporaciones con la llegada de Marash Kumbulla. El apartado de fichajes está siendo un reto en toda regla y el rendimiento de las caras nuevas sigue siendo una incógnita, al igual que el rendimiento de un Manolo González que tratará de conseguir la continuidad en el banquillo de Cornellá que no tuvieron sus predecesores.

El Espanyol, un gigante que lleva dormido demasiados años

Dicen que aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo y son precisamente esas palabras del filósofo George Santayana las que parecen resonar dentro de los muros del RCDE Stadium. Mientras que la afición, huérfana de ilusiones desde hace varias temporadas, mira al pasado con nostalgia, parece que desde el club son incapaces de identificar los errores cometidos desde la llegada de la nueva propiedad. La mala gestión desde entonces es una evidencia que se acentúa especialmente en lo deportivo y en lo económico. Y es que, mientras algunas áreas del club realizan trabajos dignos de Champions League, otras parcelas solo acumulan fracasos.

De hecho, son precisamente esa serie de decepciones deportivas las que han llevado al club a esta situación crítica y no es de extrañar que el  área de planificación deportiva, por ejemplo, tenga que agarrarse a una economía de guerra para poder sobrevivir con una inversión prácticamente inexistente. Está claro que nunca llueve a gusto de todos y que la controvertida figura de Fran Garagarza despierta más incógnitas que seguridades, pero lo que está claro es que el vasco está mostrándose más activo y resolutivo que sus predecesores tanto a la hora de rastrear distintos mercados como para acometer incorporaciones sin recursos.

De momento, son  seis las incorporaciones oficiales que buscan despertar al gigante dormido que es el Espanyol: "Es un grande de España. Que ahora está dormido, pero que esperemos despertarlo. Estamos trabajando para dejarlo en Primera muchos años”, explicaba Carlos Romero en declaraciones a Mundo Deportivo. El lateral del Villarreal fue presentado junto a Álvaro Tejero y, semanas más tarde, llegaron Alejo Véliz, Irvin Cardona y Alex Král. Ahora, la dirección deportiva ha cerrado el fichaje de Marash Kumbulla para apuntalar la parcela defensiva del equipo de un Manolo González que también está ante el mayor reto de su carrera deportiva.

Manolo González buscará frenar la trituradora de entrenadores

El aval de Manolo González no es solo el ascenso a Primera División. Está claro que el técnico blanquiazul ha llegado a la máxima categoría por el camino difícil y no hay ninguna duda de que está más que preparado para asumir el desafío. Sin embargo, cualquiera que conozca el pasado del Espanyol sabe que desde la llegada de la propiedad china el club se ha convertido en una trituradora de entrenadores. Tan solo Quique Sánchez Flores y Vicente Moreno han logrado sentarse dos temporadas seguidas en el banquillo blanquiazul.

Después, el desfile de técnicos ha sido escalofriante: Rubi, David Gallego, Pablo Machín, Abelardo, Rufete, Luis Blanco, Diego Martínez, Luis  García, Luis Miguel Ramis y Manolo González. Y más si pensamos que estos 12 inquilinos han pasado en tan solo ocho temporadas. Ahora, el reto de Manolo no es solo asentarse en el cargo, sino mejorar la estela de sus predecesores provenientes del filial blanquiazul. En ese sentido, destacan los nombres de Sergio González y de David Gallego.

Sergio González fue entrenador del primer equipo del Espanyol durante dos temporadas / Foto: EFE

 El de L'Hospitalet de Llobregat asumió el cargo de entrenador del primer equipo en la 2014-15 y estuvo a punto de llevar al Espanyol a una final de copa en su primera temporada al cargo. Sin embargo, tan solo un año después, Sergio fue reemplazado tras coquetear con el descenso hasta las últimas jornadas. En el caso de David Gallego, probó los asientos del banquillo blanquiazul en las ú ltimas cinco jornadas de la temporada 2017-18 como solución de urgencia tras la destitución de Quique Sánchez Flores, pero la oportunidad le llegó en verano de 2018  tras certificar la clasificación a Europa League. Su paso por el conjunto periquito terminó en octubre de esa misma temporada y fue la antesala del primer descenso de la era Chen.     

Ahora, el turno es para Manolo González, que buscará terminar la temporada como entrenador del Espanyol (algo que no sucede desde Rubi) y cuya primera prueba de fuego será este mismo lunes a partir de las 19h. El partido ante el Valladolid tiene un premio de más de tres puntos: los blanquivioletas son otro de los recién ascendidos y estarán en la lucha por la permanencia junto a Espanyol y Leganés. Arranca una temporada complicada pero ilusionante que marcará el destino del club y, parafraseando a Garagarza, los blanquiazules tendrán que remar en unas agitadas aguas que últimamente el barco periquito no ha sabido navegar.