De dos partidos, el Espanyol los ha perdido los dos, pero ni mucho menos las sensaciones auguran que este grupo vaya a abajar los brazos. El conjunto perico ha muerto de pie ante la Real Sociedad (0-1) tras sudar la camiseta, luchar e incluso merecer para que llegara Take Kubo en el minuto 80 y lo mandara todo al garete.

El Espanyol establece sus bases

El redebut en Primera División del Espanyol dejó mucho que desear. El conjunto blanquiazul se reestrenó en la máxima categoría con derrota en el campo del Valladolid (1-0). Las sensaciones no fueron buenas, y más teniendo en cuenta que el combinado blanquivioleta está llamado a competir también en la liga por la permanencia, pero, si algo bueno se puede sacar de la primera derrota de la temporada es que el Espanyol acabó el partido en una clara línea ascendente.

Con la entrada de Jofre Carreras, de Álvaro Aguado y, sobre todo, de Alex Král, el equipo dio un paso adelante y recuperó su identidad, a pesar de marcharse de vacío de Pucela. Este sábado, ante la Real Sociedad, el conjunto donostiarra ha tratado de imponer su ley con su característico fútbol control, pero este Espanyol, mucho más sólido que el que descendió hace dos temporadas, no ha sucumbido al juego de los de Imanol Alguacil.

Jofre Carreras, presionado por Javi López / Foto: EFE

Los de Manolo González notaron mucho el factor campo en la primera jornada y así se ha podido palpar en el ambiente del Stage Front Stadium en el primer partido del Espanyol como local del nuevo curso. 20.900 almas han presenciado cómo la primera mitad ha llegado a su fin sin ninguna ocasión manifiesta de gol, pero ni mucho menos se han aburrido, y es que esta ha sido precisamente la gran noticia para un Espanyol que ha establecido sus bases.

Take Kubo y el factor diferencial

Král pedía a gritos la titularidad y hoy la ha tenido, volviendo a ser de los mejores futbolistas pericos sobre el césped. Alejo Véliz, de nuevo, ha vuelto a estimular a los seguidores blanquiazules por su gran juego de espaldas, pero sobre todo por su lucha innegociable. Este es el motor que ha movido al Espanyol y el que, de hecho, le ha hecho hacer superior en el primer tramo de la segunda mitad. Tanto es así, que en una presión alta de Javi Puado sobre Pacheco llegaría la más clara del partido para los locales. El '7' le robaría la cartera al central navarro y se plantaría solo en el área de Remiro, pero entre su pase defectuosa hacia Alejo Véliz y el disparo en semifallo del argentino, al Espanyol se le iría por la borda la más clara del partido hasta el momento (55').

Con una Real plana y con un Espanyol crecido, el partido se estaba tintando de blanquiazul entre la ida y vuelta frenética de la segunda mitad. No obstante, si un jugador diferencial tiene el combinado txuri-urdín ese es Take Kubo. En el 67', Alguacil hacía entrar al japonés y poco tardaría este en reivindicarse. Al cabo de 13 minutos de su entrada, en el 80', una gran jugada individual suya ante el doble lateral que le había plantado en frente Manolo González ha acabado con un 0-1 que llegaba cuando mejor estaba el Espanyol.

Kubo, celebrando su gol / Foto: EFE

Rabia para los locales y rabia del nipón, que ha celebrado con claras señales de enfado en una reacción que seguro que traerá cola detrás de las cámaras. Sea como sea, la situación en la clasificación no deja de transmitir tranquilidad para una Real que suma sus primeros tres puntos, mientras que el Espanyol sigue con 0, aparte de ser el único equipo de la categoría que todavía no ha marcado. Con todo, y tal y como ha analizado Lele Cabrera en la entrevista postpartido, "no hay otra fórmula que trabajo y cabeza".