El Barça ya estaba planificando la próxima temporada con Deco atendiendo a las peticiones de Xavi Hernández. Condicionados por la situación económica del club, ambos habían consensuado una serie de futbolistas que podrían salir traspasados para que las principales peticiones del entrenador pudiesen llegar.
Uno de los afectados era Robert Lewandowski. El polaco ha sido uno de los jugadores más cuestionados este año. Después de un mal inicio de temporada, donde bajó notablemente sus cifras goleadoras con respecto a su primera temporada como culé, el delantero recuperó su mejor versión con la llegada de 2024. Llegados los partidos importantes de la temporada, eso sí, Lewandowski no fue capaz de marcar las diferencias.
Lewandowski, un problema para Xavi
Toda esta situación invitó a Joan Laporta a buscarle una salida, motivado por el bajo nivel del polaco y, sobre todo, por su elevada ficha. Con un salario que asciende cada temporada, en 2025 cobrará 16 millones de euros netos, siendo uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla. Aunque su contrato tiene una cláusula por la que el Barça puede rescindir su contrato si no juega un 55% de los partidos, su salida no llegaría hasta la temporada 2025/2026.
El factor económico tiene un papel clave en su salida, pero también está su relación con Xavi. El delantero ya se había quejado en varias ocasiones de que los métodos del técnico catalán no eran los adecuados y que se sentía muy solo en ataque. Por ello, era uno de los principales candidatos a salir, aunque el jugador y su familia se negasen a salir. Ahora, con el cambio en el banquillo y la llegada de Hansi Flick, tendrá una segunda oportunidad.
Flick se reencuentra con su estrella favorita
Lewandowski tuvo su mejor año a las órdenes del alemán. Aunque la situación provocada por la pandemia provocó que no recibiese el Balón de Oro, todo hacía indicar que en 2020 era el merecedor del premio. Fue el mismo año en el que ambos conquistaron el sextete con el Bayern de Múnich. El mismo año en el que golearon al Barça por 8-2.
Más allá de la consolidación de Joshua Kimmich o la explosión de Alphonso Davies, Flick fue clave para encontrar la mejor versión de Lewandowski. Ese año, logró un total de 55 goles y 10 asistencias en 47 partidos. Unos números espectaculares para un jugador que, además, estableció una de las mejores marcas anotadoras de la historia de la Champions League con 15 goles. Ahora, ambos reencontrarán sus caminos con el objetivo de repetir la gesta que lograron aquel año.