Aunque no lo aparente por los nombres, el Grupo A de la Eurocopa es uno de los más igualados y más impredecibles de todos. A simple vista, la nueva Italia de Mancini, con la plantilla y las ilusiones renovadas, parte como favorita, aunque las otras tres aspirantes, Turquía, Gales y Suiza, tienen argumentos no solo para pasar a octavos, sino también para poner en problemas al conjunto azzurro.
Italia: ilusiones renovadas tras el fiasco del 2018
El descalabro de quedarse fuera del Mundial del 2018, tras caer en la repesca contra Suecia, provocó que Italia se pusiera manos a la obra para darle un giro completo a su plantilla. Tres años después, la azzurra destila ilusión y buenos mimbres para volver a aspirar a todo. Y es que Mancini ha sabido conjuntar los retales de la última gran generación, con piezas del nivel de Chiellini, Bonucci, Verratti, Jorginho o Immobile, con la nueva hornada que lideran grandísimos futbolistas como Donnaruma, Bastoni, Barella, Locatelli, Pellegrini o Chiesa, sin olvidarse de un Raspadori que va camino del estrellato.
Con un estilo que alterna el fútbol control con momentos en los que predomina la intensidad y la verticalidad, esta Italia se ha convertido en una auténtica apisonadora, capaz de encadenar 8 victorias seguidas sin encajar ni un solo gol, y con 25, más de 3 de media, marcados.
Turquía: pasión por un fútbol desenfrenado
El sorprendente éxito del Lille en la Ligue 1 sería difícil de entender sin la contribución de Celik, Yazici y, especialmente, Burak Yilmaz, tres de las grandes piezas de una Turquía que aterriza a la Euro con ganas de ser una de las grandes revelaciones. Y tiene motivos para ello.
Y es que Senol Gunes cuenta con un plantel bastante joven con piezas titulares repartidas por toda Europa y que combina muy bien el fútbol competitivo con el desenfreno, con defensas de la talla de Demiral (Juventus), Söyüncü (Leicester) o Kabak (Liverpool), un centro del campo que aglutina tanto desgaste, con Yokuslu o Tufan, como calidad, con Calhanoğlu o Yazici, y un ataque versátil, con el descaro de Under, la movilidad de Unal y el olfato de Yilmaz, que está viviendo una segunda juventud.
Gales: una vida extra para Bale
Tras su fulgurante aparición en 2016, Gales ya no puede sorprender a nadie. Con la selección en medio de la polémica por el escándalo de índole sexual en el que se ha visto inmerso su seleccionador, el histórico Ryan Giggs, hasta el punto que el equipo lo dirigirá su ayudante, Robert Page, Gales llega a la Euro con una plantilla muy parecida a la que dio tanto que hablar en Francia.
Con la gran duda de Ramsey, que ha sido convocado a pesar de estar lesionado, Gareth Bale tiene una nueva oportunidad de reengancharse a la élite liderando de nuevo a Gales, que aspira otra vez a llegar como mínimo a los octavos de final. Para ello, talentos como James, Roberts, Amparu o Williams tendrán que dar un paso adelante, para demostrar que esta Gales tiene cuerda para rato.
Suiza: un plantel para soñar en grande
Por mucho que intente ir de tapada, Suiza ya no engaña a nadie. Y es que Petkovic cuenta con un plantel de lujo que, además, llega en plena forma a la gran fiesta del fútbol europeo de selecciones. Con el mítico Sommer bajo palos, el entrenador bosnio tiene defensas para dar y regalar, desde el multiusos Ricardo Rodríguez a los jóvenes pero sobradamente preparados Elvedi y Akanji.
En el centro del campo, con Xhaka como referente, aparecen grandes futbolistas como Zakaria, Freuler, Vargas o Zuber, con el histórico Shaqiri como maestro del ingenio y Embolo, Gravanovic y Seferovic como elementos ofensivos.
Dando a Italia como favorita, la lucha entre Turquía, Gales y Suiza se avecina espectacular.