El mal partido que firmó el Barça contra el Alavés ha encendido todas las alarmas. Y es que el aviso de que el conjunto blaugrana está muy verde parece claro, y justo después del parón llegan partidos de muchísima dificultad, contra el Oporto, el Atlético de Madrid y el Girona, entre otros. Después de la derrota en el Clásico, encuentro en el que el Barça dejó una imagen agridulce, la imagen fue horrible ya en Anoeta, una victoria inexplicable teniendo en cuenta el juego del equipo. Y la hecatombe llegó en Hamburgo, donde el Barça cayó derrota contra el Shakhtar Donetsk, poniendo en riesgo la primera posición de su grupo de la Champions League.
Justo antes del parón de noviembre, el partido en casa contra el Alavés parecía el momento indicado para que el Barça diera un puñetazo en la mesa, que lograra una victoria convincente que ahuyentara todos los fantasmas, pero ocurrió todo lo contrario. El Barça logró los 3 puntos, pero dejó muchísimas dudas, a lo que se añadió un análisis de Xavi que todavía lo empeoró todo. "No tengo ninguna duda de que las críticas de la prensa afectan al juego del equipo. Se generan situaciones y escenarios que no son reales, entonces afecta. Esto me ha pasado a mí como futbolista y les pasa a mis futbolistas".
Xavi, en el ojo del huracán
En el Barça, como era lógico, han cerrado filas en torno a Xavi Hernández, empezando por Deco. "Xavi es el mejor entrenador para este proyecto. Es el entrenador que aceptó venir en un momento importante para construir lo que estamos construyendo. Ha pasado muchas dificultades y sigue aprendiendo. Seguramente él, más que nadie, quiere jugar mejor", ha manifestado el director deportivo blaugrana en una entrevista al diario Sport. "No por ahora hacer dos partidos malos Xavi es el peor. Xavi ha demostrado de sobra que tiene talento para eso y mucho más. Nosotros siempre le arroparemos y él también a nosotros", ha afirmado, por su parte, Íñigo Martínez.
Parte del barcelonismo, sin embargo, no lo tiene tan claro, al considerar que Xavi ya lleva tiempo en el banquillo del Barça como para que el equipo esté en un momento de tantas dudas, con la sensación de que al Barça le queda mucho para llegar a la élite europea. "Excusas, excusas y más excusas, Xavi Hernández, háztelo mirar", critica un aficionado del Barça en X. "Si no se llamará Xavi Hernández estaría fuera desde la eliminación ante el Frankfurt, que cansino con las excusas", añade otro.
Un Barça-Alavés para reflexionar
El principal problema es que Xavi Hernández transmitió muchas dudas ya en su planteamiento del partido. Como en Hamburgo, dejó a Alejandro Balde en el banquillo, lo que le obligó hacer inventos en la defensa. Cancelo jugó como lateral izquierdo, pero en la derecha, en lugar de jugar Koundé, lo lógico, situó a Araujo, con el francés en el eje junto a Íñigo Martínez. A todo ello volvió a probar con un doble pivote formado por Gündogan y Pedri, un invento que no funcionó.
Sin pivote defensivo, el Alavés hizo lo que quiso entre líneas, con un Guridi excelso, mientras que Samu Omorodion dejaba en evidencia a Koundé, incapaz de frenarlo. Finalmente, Xavi tuvo que recomponerlo todo, cambiando las posiciones entre Araujo y Koundé, cuando el marcador ya podía ser de 0-3, y dando entrada a Balde.