A perro flaco, todo son pulgas. Y el Manchester City es un claro ejemplo de ello. El conjunto de Pep Guardiola, que está firmando una temporada para olvidar, tiene que lidiar ahora con un escándalo que puede afectar todavía más a un vestuario fracturado. Y es que Jack Grealish, extremo por el que el City pagó 118 millones de euros, al Aston Villa, ha sido pillado saliendo de un pub de Newcastle notablemente ebrio, tal y como ha adelantado el Daily Mail.
En el vídeo, que no ha tardado en viralizarse por las redes sociales, aparece Grealish, acompañado de un amigo, saliendo de un famoso club nocturno a altas horas de la madrugada, tambaleándose con una botella en la mano. El jugador entra después en un coche y desaparece, aunque la imagen ya había sido captado, por lo que no ha tardado en dar la vuelta al mundo.

Grealish, otro problema para Guardiola
A Pep Guardiola, pues, se le añade otro problema más a la mochila, otro asunto del que deberá rendir cuentas en las salas de prensa y gestionar en el vestuario. Grealish, que el sábado disputó los 90 minutos en la victoria del City contra el Plymouth de la FA Cup, ha perdido la titularidad esta temporada y hace semanas que se especula que será uno de los futbolistas que cambiará de aires en la revolución que se espera para el verano.
El extremo nunca ha escondido tener un problema con la bebida, ya que acumula varios episodios. Hace dos años, su celebración de la Champions League fue muy comentada, ya que Grealish decidió pegarse una juerga de 2 días pasando por Ibiza y Turquía, a lo que añadió una celebración pasada de rosca en la rúa con el equipo por las calles de Manchester.

De gran perla del fútbol europea a quedarse a medias
Jack Grealish siempre ha sido un futbolista peculiar al que se le ha comparado con el legendario Paul Gascoigne, un jugador extraordinario, mágico, pero irregular, polémico y con serios problemas con el alcohol. En el 2015, con solo 19 años y siendo la gran promesa del fútbol inglés, fue cazado durmiendo en el suelo, en Tenerife, después de una gran borrachera, y con un paquete de tabaco.
Sus constantes polémicas no evitaron que el Manchester City tirara la casa por la ventana en el 2021, 118 millones de euros, para hacerse con los servicios de Grealish. Y el extremo, a pesar de dejar destellos, nunca ha terminado de ser la estrella que se esperaba. Todos los caminos apuntan a que este verano cambiará de aires.