Son jóvenes, descarados y tienen talento. Con 17 y 18 años, Ansu Fati y Rodrygo Goes se han convertido en pocas semanas en las nuevas esperanzas del Barça y el Real Madrid, dos transatlánticos que, aunque cuentan con las mejores estrellas del mundo del fútbol, han confiado en dos adolescentes para afrontar el tramo inicial de temporada.
Fati rompe todos los muros
El caso de Ansu Fati seguramente es el más llamativo. Las lesiones de Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé le abrieron la puerta del primer equipo y el juvenil, en lugar de encogerse, no dejó perder la oportunidad de quedarse entre los grandes. El hipsanoguineno se convirtió en el segundo debutante más joven de la historia del Barça después de disputar 12 minutos contra el Betis en la segunda jornada de Liga, tiempo más que suficiente para mostrar sus cualidades al público del Camp Nou.
Con sólo 16 años, y como si se tratara de un escogido, el extremo salvó al Barça en el estadio del Osasuna después de firmar su primer gol como profesional con un gran remate de cabeza. La diana sirvió para enviar un mensaje a los culés: había llegado para quedarse. En la siguiente semana, Fati se estrenó en el Camp Nou con un golazo contra el Valencia y, tres días después, hizo historia después de superar a Bojan Krkic como debutante más joven del Barça en la Champions.
Su puesta en escena captó la atención de la Federación Española, que lo apartó de la selección sub-17 y decidió convocarlo para la sub-21, probablemente como paso previo a la llamada de la absoluta. Después. una inoportuna lesión, Ernesto Valverde -siempre prudente- lo mantuvo alejado casi un mes de los terrenos de juego, pero en los últimos partidos del conjunto blaugrana ha vuelto a ser protagonista. Contra el Valladolid fue titular y delante del Levante y el Slavia se convirtió en un recurso de urgencia para intentar desencallar los enfrentamientos.
Rodrygo, del Castilla al once de Zidane
El caso de Rodrygo Goes es bastante distinto. El brasileño llegó al Bernabéu este verano proveniente del Santos a cambio de 45 millones de euros, una cifra desorbitada para un adolescente pero que Florentino Pérez no tuvo ningún inconveniente en pagar.
Olvidado por Zinedine Zidane en las primeras jornadas de campeonato, Rodrygo inició la temporada con el Castilla, aunque el club blanco también se planteó cederlo a algún un equipo de Primera. Las baja de Marco Asensio y las repetidas molestias de hombres como James Rodríguez o Gareth Bale, sin embargo, le abrieron la puerta del primer equipo y, como Fati, supo aprovechar la oportunidad.
A diferencia de su compatriota Vinícius, cuestionado por el público del Bernabéu, el ex del Santos sí que fue contundente delante de portería cuando tuvo la ocasión. En su primera aparición -ante Osasuna- se estrenó con la camiseta blanca, hecho que Zidane premió con una titularidad en el estadio del Galatasaray en la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions, cuando su equipo vivía un momento crítico.
Después de su actuación, el brasileño fue titular contra el Leganés y el Betis y también este miércoles en el Bernabéu delante del Galatasaray. El resultado: hat-trick y ovación del feudo blanco. El adolescente le ha ganado la partida a Vinícius y ha avanzado por la derecha a James. Juventud al poder.