El Barça se indigna con el caso de Antoine Griezmann, propiedad del Atlético de Madrid, según el Barça, y del Barça, según el Atlético de Madrid. Todo se trata de una mala y errónea lectura del contrato acordado hace un año entre los dos clubes, y ahora mismo la cosa no está nada clara. El caso es que el Barça considera que el Atlético de Madrid está actuando de manera fraudulenta con el delantero.
El jugador francés fichó en su día, en verano de 2019, por el Barça dirigido por Bartomeu en la presidencia y Ernesto Valverde en el banquillo. Dos años después (el verano de 2021) el Barça devolvió el favor al Atlético de Madrid, cediendo al jugador al equipo colchonero. Las adversidades empezaron, pues, cuando los dos clubes decidieron negociar todos los términos de la cesión.
Los detalles de la operación de Griezmann al Atlético de Madrid
La cesión que acordaron el Barça y el Atlético fue de un año, más una prórroga posible para ampliar un año más. Esta condición por el segundo año se ejecutaba si en la primera temporada del préstamo el futbolista jugaba más del 50% de los minutos (en partidos que estuviera disponible), y Griezmann jugó, concretamente, más del 80% de partidos durante la campaña 2021/22.
Hay que destacar que fue incluida una opción de compra obligatoria que el club madrileño está intentando no ejecutar sacando al francés a partir del minuto 60 de cada partido. Para Diego Pablo Simeone, Griezmann es un 'perfecto revulsivo'. El jugador ha salido a jugar en cada partido de suplente esta temporada, cosa que es del todo extraña, y ha marcado ya tres goles.
¿Por qué a partir del minuto 60?
Para ser más precisos, se considera que el jugador se convierte en propiedad del Atlético de Madrid si juega el 50% de los partidos con la camiseta rojiblanca durante la temporada de cesión (remarcamos que el jugador hace falta que dispute un mínimo de 45 minutos por compromiso para definir que ha jugado el partido, o que juegue como titular, siendo indiferente los minutos que acabe jugando en este caso).
El Barça, pues, defiende que el contrato estipulaba que aquella condición se cumplió la temporada pasada (la primera en la que estaba cedido, ya que la segunda temporada era una más de agregación a la primera), y es por eso que el club culé exige el pago de los 40 millones por la compra del jugador. Así pues, según ha informado la Cadena Ser, el Barça prepara una demanda contra el club madrileño. El Atlético, en contraposición, se aferra a que el contrato dictaba que la condición respetaba las dos temporadas (la primera y la segunda agregada) de la cesión.
Para el Barça es irrelevante que el futbolista salga en cada partido a jugar a partir del minuto 60, ya que defiende que Griezmann es jugador colchonero desde hace ya unos meses, pero el Atleti no lo ve de esta manera, y no tiene la intención de completar la compra del jugador a cambio de 40 millones de euros.