El Barça ha vivido el verano más complicado de su historia más reciente. Una delicadísima situación económica ha provocado la marcha de su jugador más importante, como es Leo Messi, y que la junta directiva de Joan Laporta tuviera que hacer lo imposible por intentar reconducir el camino del club catalán.

La herencia de la anterior junta presidida por Josep Maria Bartomeu fue nefasta y dramática. Más allá de la planificación deportiva, las fichas de muchos jugadores eran insostenibles y se ha tenido que producir una rebaja salarial entre los capitanes, que todavía sigue, y que se ampliará en otras figuras de la plantilla. Las últimas rebajas de sueldo fueron este martes, ¿demasiado tarde?

Joan Laporta anunció que quería hacer una revolución, pero al final se han quedado jugadores que no tenían la confianza del entrenador y de la secretaría técnica y se ha acabado ofreciendo una renovación, con ciertas condiciones, a Ronald Koeman.

¿Se podría haber hecho más con Messi?

La gran carta de Laporta durante la campaña electoral era que, con él de ganador, Messi se quedaría. Una vez ya de presidente, la prioridad dentro del club era la renovación de Messi. Meses después y con un cambio radical de guion en menos de 24 horas, se anunció su fin como culé.

"Es el momento más difícil de mi carrera deportiva. Cuando me lo dijeron me bloqueé. No sé el Barça, pero yo hice todo lo que pude para seguir. Yo me quería quedar. Me había bajado el 50% de mi ficha y después no se me pidió nada más. El club tiene una deuda muy grande y no quiere endeudarse más. Yo quería seguir y estaba todo acordado", manifestó Messi el día de su despido.

Las palabras del argentino dejaban la pelota en el tejado de Laporta y abría muchos frentes. ¿Algunas salidas de jugadores se podrían haber hecho antes y de esta manera que se quedara Messi? ¿Las rebajas salariales se podrían haber aplicado antes? ¿Messi habría podido hacer alguna otra cosa para seguir? ¿Y Laporta?

¿Unas rebajas que llegan tarde?

Otra de las grandes prioridades bajo la presidencia de Laporta era adecuar la masa salarial a la realidad del club. La primera reacción era clara: se tenían que bajar las fichas inmediatamente. La herencia de Bartomeu y la afectación de la covid han dejado una deuda de 1.350 millones de euros. Una de las soluciones a corto plazo ha sido que los capitanes dieran el paso y se bajaran el sueldo. Primero fue Gerard Piqué quien lo hizo de manera "significativa" y permitió que Memphis Depay y Eric Garcia se pudieran inscribir en la Liga.

Y este martes, el último día del mercado de fichajes, se confirmó el paso de Busquets y Alba. Falta que Sergi Roberto también se baje el sueldo para completar la lista de los capitanes. Los cuatro jugadores se han formado en la Masia y su corazón es blaugrana por eso se han reducido la ficha. ¿Pero era tan complicada la negociación? ¿No se podía hacer con más antelación? De esta manera habría dado más margen al club para seguir cuadrando su proyecto deportivo.

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¿Revolución fallida?

Después del desastre en la Liga, Laporta anunció que habría una revolución. No podía ser que después de la gran remontada, se perdieran puntos en el último momento y se abandonara la lucha con el Atlético y el Real Madrid. Por eso, el presidente tenía la intención de hacer un equipo más competitivo, pero si se mira la plantilla actual no se ha mejorado con respecto al año pasado, más bien lo contrario.

El Barça se ha acabado quedando con jugadores como Samuel Umtiti, Philippe Coutinho y Martin Braithwaite que en un principio no contaban con ellos. Ojalá que su rendimiento sea diferencial, pero hace unas semanas se estaban buscando posibles nuevos destinos. El danés tenía una buena presentación después de una gran Eurocopa, hay incertidumbre con el brasileño después de meses lesionado y el francés sigue insistiendo en que recuperará su mejor versión. Desde el club se dice que Umtiti es una apuesta estratégica para esta temporada. Lo que está claro es que hay overbooking en la posición de central: Piqué, Eric Garcia, Araujo, Lenglet, Mingueza y Umtiti.

Coutinho durante un partido / Europa Press

El caso de Miralem Pjanic es diferente y es que podría acabar saliendo rumbo hacia Turquía o Rusia, según RAC1. También se desconoce que pasará con Álex Collado, que se iba cedido al Sheffield United, pero no se pudo confirmar y ahora no tiene dorsal ni del primer equipo ni del B. Por su parte, Riqui Puig no se quiere mover de Barcelona a pesar de saber que Koeman no cuenta con él.

Griezmann va a un rival directo

Fue la gran bomba. Después de dos temporadas muy grises, Antoine Griezmann es nuevo jugador del Atlético de Madrid. El francés vuelve al club colchonero en calidad de cedido y el Barça refuerza, de nuevo, a un rival directo en Liga. Ya pasó con Luis Suárez y el Atlético acabó ganando el campeonato doméstico. "Lo he dado todo por esta camiseta, me he implicado con este gran club y me voy triste por no haber podido disfrutar más de vosotros en las gradas", ha comentado Griezmann en su carta de despedida.

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El precedente con Ilaix

El culebrón Ilaix Moriba no se solucionó hasta el último día. El jugador de la Masia ha acabado en el Red Bull Leipzig después que sus agentes pidieran unas condiciones imposibles para el Barça. Laporta no quería crear un precedente entre los más jóvenes y se plantó: o aceptaban la propuesta del club o se quedaba todo el año en la grada o se acababa marchando. Al final ha acabado pasando la tercera.

"Hemos recibido mensajes feos, pero hemos podido aguantar para poder estar aquí, no merecía estos mensajes. Se han dicho muchas cosas que no son ciertas y nos tuvimos que mantener callados por el respeto que le tenemos al Barcelona, cosas que se han dicho a la prensa no han sido de juego limpio, se han dicho muchas mentiras", ha asegurado Ilaix el día de su presentación.

Muchas preguntas y, de momento, pocas respuestas a todo. Decidme ingenuo, pero hay ciertas cosas que no entiendo.