14 minutos ha tenido en total, y no han sido pocos los conejos que se ha sacado Lamine Yamal de la chistera durante el Trofeu Joan Gamper (4-2). A veces nos olvidamos. De hecho, es fácil hacerlo, pero este chico nació en el año 2007, acaba de cumplir los 16 años que, legalmente, le permiten firmar un contrato como futbolista profesional y, a falta de oficialidad, el FC Barcelona ya tiene sellada la continuidad de un futbolista que, partido que juega, partido que demuestra que tiene más presente, pero sobre todo, todavía más futuro.

Porque ya lo demostró en aquel debut liguero ante el Betis con más de 90.000 personas atentas al desconocido jugador que llevaba el '41' en su espalda. En ese entonces, Yamal tuvo poco más de cinco minutos, pero ya dio un pase entre líneas picadito de esos que tanto gustan en can Barça y se quedó muy cerca de debutar con gol a un suspiro del final.

Lamine Yamal, durante sus primeros minutos en el Camp Nou / Foto: FC Barcelona

Lamine Yamal, una dosis onírica más para los sueños culés

Toquemos madera, pero los precedentes, sobre todo con un tal Ansu Fati que también debutó una noche de partido en el Camp Nou ante el Betis, invitan a tener paciencia y a no sobrevalorar a un jugador tan joven. No obstante, tanto Lamine como Ansu, como salvando las distancias, Leo Messi, todos eran chicos que con la mitad de la edad de muchos de sus compañeros, ya se veía que tenían cosas diferentes.

Ansu no queda tan lejos, pero Messi, después del legendario legado que ha escrito, era susceptible de comparación porque también debutó en un Gamper y porque también levantó de sus butacas a muchos barcelonistas. Aquel día, 24 de agosto de 2005, a Messi tampoco se le conocía en todas partes y poco tardó el planeta en darse cuenta del fenómeno que estaba por llegar. El fenómeno Lamine Yamal puede ser la próxima cosa grande que, en el horizonte, con miedo y desconfianza, pero también con ilusión y alegría, espera la afición culé.

Leo Messi, a sus 17 años, celebrando un gol con la camiseta del Barça / Foto: @FCBarcelona

La eclosión de Lamine Yamal y el adiós de Dembélé

Evidentemente, el barcelonismo, y yo el primero, irá con el freno de mano a la hora de catalogar a su nuevo producto incipiente de la Masia, pero aquel Messi con 17 años estuvo incluso menos lúcido y más precipitado que Lamine Yamal este martes. El extremo había salido a agitar a un Barça plano con el fin de empatar el Gamper, y antes de que transcurriera el minuto sobre el césped, Ferran Torres ya lo estaba buscando para felicitarle por la asistencia. Se cuenta en segundos lo que ha tardado en dar un pase de gol, pero es que ha sido él quien ha frotado la lámpara para desordenar la defensa del Tottenham unos minutos más tarde, atrayendo a Regulión y a un Davinson Sánchez que estaba siendo un muro, y filtrar un pase que Ferran Torres ha recibido solo y con suficiente ventaja para proyectar a Ansu Fati hacia el uno contra uno.

Era el 3-2. El de la remontada. Tan solo hacía 10 minutos que estaba sobre el césped, que Lamine ya tenía a toda la afición en el bolsillo. Incluida la del Tottenham. El Barça sabe que tiene un diamante en bruto, por decirle de alguna manera, porque todavía no se le han visto muchos aspectos por pulir, pero los tiene, seguro. Sea como sea, ya se especulaba que Xavi Hernández y su staff querían apostar por él en el primer equipo de cara a la nueva temporada, pero ahora, con la deserción de Ousmane Dembélé, Lamine Yamal tiene un filón para seguir regalando estas dosis oníricas que tanto nos hacen soñar.