Fermín Cacho es, sin ningún tipo de duda, uno de los nombres propios de los Juegos Olímpicos de Barcelona. El atleta soriano consiguió un nuevo oro para la delegación española en la carrera de los 1.500 metros de atletismo, con una exhibición en los últimos metros.
Cacho era el vigente campeón de España de los 1.500. A pesar de esta tarjeta de presentación y de correr en casa, no era uno de los principales favoritos a la victoria, aunque todo indicaba que lucharía para subir al podio. Después de ganar las dos series clasificatorias sin problemas, se plantó a una final nada fácil.
El 8 de agosto de 1992, un día antes de la ceremonia de clausura, y con un estadio Olímpico Lluís Companys con casi 60.000 espectadores, tenía la posibilidad de conseguir una medalla ante su afición. El ritmo lento de la carrera no le benefició en un principio, pero no perdió la concentración en ningún momento y siguió forzando hasta el final. A falta de 250 metros, no lo dudó, y con un gran cambio de ritmo, culminó una histórica remontada.
Desde la séptima posición superó a Johan Birir y Joseph Chesire. Cacho siguió eliminando rivales, incrédulos ante su fondo físico, para situarse líder de la carrera en el último tramo. Mantuvo el ritmo hasta cruzar la línea de meta por delante de Rachid El Basir y Mohamed Suleiman. Era campeón olímpico. El público del estadio, de pie y aplaudiendo, tenía un nuevo ídolo. El nombre de Fermín Cacho ya era historia.
Nombre | País | Tiempo | |
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Fermín Cacho | España | 3:40.12 | |
Rachid El Basir | Marruecos | 3:40.62 | |
Mohamed Suleiman | Qatar | 3:40.69 |
Cacho tuvo tiempo para participar en otros Juegos Olímpicos. Cuatro años después, el atleta repetía final en la prueba de 1.500 metros en Atlanta. Cacho intentó defender su corona, pero fue superado por el argelino Noureddine Morceli, y tuvo que conformarse con la medalla de plata.