24 años se dicen rápido, pero Fernando Alonso ha pasado de todo desde que su brillo prendiera un 4 de marzo de 2001 a bordo de un Minardi. El que se convertiría en bicampeón del mundo de Fórmula 1 5 años después debutaba en Australia con el coche menos competitivo de la parrilla, pero lo hacía en un contexto propicio para un rookie como él, ya que la escudería italiana iba de cabeza hacia la quiebra y, sin presión de objetivos, el primer truco de Magic tuvo lugar en el semiurbano trazado de Albert Park.

Alonso calificaba 19.º en su primer sábado y veía la bandera a cuadros en 12.ª posición tras una carrera loca. Entre su talento y las circunstancias de su primera cita con el Gran Circo se pudieron apreciar los primeros pasos del que se convertiría en una leyenda, y es que, aunque tocó el cielo de la F1 en dos ocasiones en 2005 y 2006, el asturiano ha estado muy cerca de hacerlo dos veces más.

Flavio Briatore Fernando Alonso Formula 1 Renault @briatoreflavio
Flavio Briatore y Fernando Alonso, celebrando el título mundial / Foto: @briatoreflavio

Fernando Alonso, la leyenda de las leyendas en el mundo del motor

Debutaba en 2001 y, tan solo dos temporadas después, en el GP de Hungría de 2003, Fernando Alonso se convertía en el entonces ganador de carrera más joven del negocio con 22 años. Aquella temporada prestó las primeras pinceladas de su gran salto a las posiciones privilegiadas de la parrilla, aunque fue durante 2004 cuando se consagró como uno de los candidatos, plantándole cara ni más ni menos que a un tal Michael Schumacher.

El que para muchos es el mejor piloto de la historia de Fórmula 1 fue desbancado por un Fernando Alonso que se coronaba bicampeón en los años 2005 y 2006. En ese entonces, los pasos tortuosos en su carrera se sucedieron, aunque no sin seguir haciendo disfrutar a sus seguidores año tras año. 2007 fue la temporada del villano de una historia mal explicada, ya que Lewis Hamilton, el favorito del jefe de McLaren-Mercedes, Ron Dennis — y de la FIA — acabó por llevar al garete un proyecto muy ambicioso.

Tras un irregular bienio en su regreso a Renault (2008 y 2009), Alonso defendió los intereses de Ferrari durante 4 años (2010-2014). Vestido de rojo, el de Oviedo se quedó a las puertas del Olimpo en dos ocasiones (2010 y 2012), en ambas ocasiones, en favor del Red Bull de Sebastian Vettel. Después de Ferrari, la F1 le deparó los peores años de su carrera a bordo de un McLaren y un Honda. Esta experiencia fue la antesala de su paso por la Indy 500, por el Mundial de Resistencia (WEC) — que además lo gana — por el Dakar y por las 500 millas de Indianápolis.

Fernando Alonso 500 millas Indianápolis / Foto: Europa Press
Fernando Alonso, durante las 500 millas de Indianápolis / Foto: Europa Press

El estoicismo de Fernando Alonso

Y tras expandir fronteras y tocar varias disciplinas del mundo del motor, Fernando Alonso, a los 39 años, regresa a la Fórmula 1 de la mano de Alpine. La falta de prestaciones del coche y su mal final con el Team Principal, Otmar Szafnauer, ensuciaron su retorno, pero este le sirvió de trampolín para recalar en Aston Martin, donde tuvo un primer año brutal.

En la escudería británica, Fernando Alonso reenganchó a todos sus seguidores que se habían perdido por el camino, y aunque el equipo verde se quedó atrás durante finales de 2023 y 2024, se augura que vuelva a luchar por todo de cara a 2026, con el cambio de reglamento. En ese entonces, la escudería de Lawrence Stroll tendrá preparado un coche diseñado a medida por uno de los mejores cerebros que ha dado el mundo de la F1: Adrian Newey. Si el coche está a la altura, el estoicismo de Fernando Alonso hará el resto.