La situación es la que es, y si en Miami ya se hacía difícil aceptar que Aston Martin estaba por detrás de Alpine, en Imola lo estaba incluso de RB y de Haas. Sí es cierto que Fernando Alonso tuvo un fin de semana muy complicado a nivel de pilotaje y el propio asturiano fue muy autocrítico con ello, pero cabe mencionar que trompos y salidas de pista como las que protagonizó durante los libres y la qualy son episodios que prácticamente estaban descartados en un piloto con su talento.

Salir último en el trazado de la Emilia-Romaña es prácticamente sinónimo de quedarse sin puntuar, pero la carrera de Alonso fue directamente de gregario. El '14' adelantaba antes de la carrera que priorizaría correr con aire limpio y eso justificaba que saliera con blandos y fuera el primero en pasar por boxes. No obstante, el resto de equipos, protegiéndose de un undercut del español, pararon a sus pilotos con el fin de no perder posición y, por lo tanto, Alonso volvió a encontrarse aire sucio en su segundo stint.

Fernando Alonso, durante la carrera en Imola / Foto: Europa Press

Entre el circuito y el ritmo, un fin de semana para olvidar

En una carrera a una parada en la que, además, el circuito era tan estrecho y con tan pocas rectas, la dificultad para avanzar era tal que el poder del undercut se multiplicaba. En este sentido, también es cierto que Aston Martin podría haber previsto que no se encontrarían en una alfombra roja una vez pasaran por boxes.

Sauber marcó territorio, hizo la misma estrategia y ya directamente tiró por los suelos todos los planes que había con la carrera de Fernando Alonso. Y todo, después de que la escudería británica ya hubiera programado la carrera como una cuarta práctica libre porque, aparte de que no había ritmo, se daba por descartado que Fernando Alonso pudiera hacer alguna cosa reseñable.

De hecho, durante algunas vueltas tuvo la misión de retener a Esteban Ocon detrás de él con tal de beneficiar a Lance Stroll. El canadiense salía 13.º y acabó en la 9.ª posición después de una gran carrera por parte suya, pero en parte se vio beneficiado por un Alonso que tuvo que hacer de escudo ante Ocon cuándo el francés venía con ruedas más jóvenes.

Lance Stroll, durante el GP del Emília-Romanya / Foto: Europa Press

Una semana para Mónaco

Todo, a una semana para Mónaco. Hay que recordar que ahora hace casi un año, la 33 casi llega al trazado monegasco y fue un error de Aston Martin el que la hizo imposible. Ahora, en el año 2024, Fernando Alonso llega en su momento más lejano de la 33 y ya prácticamente parece una quimera en vista de como avanzan Ferrari, McLaren y Red Bull y que Aston Martin va incluso hacia atrás.